Eduardo González
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha anunciado este lunes en Bruselas que España, “junto a otros cinco países de la Unión Europea”, ha dirigido una carta a la alta representante de Política Exterior y de Seguridad de la UE, Kaja Kallas, para pedirle que tome “todas las iniciativas que estén en su mano” para garantizar la “entrada masiva” de ayuda humanitaria a Gaza. Asimismo, ha condenado el atentado perpetrado este domingo contra la comunidad judía en Sídney, en Australia, que ha causado al menos quince muertos, y ha rechazado “el antisemitismo y los discursos de odio”.
“España, junto a otros cinco países de la Unión Europea, hemos dirigido una carta a la alta representante Kaja Kallas, urgiéndola a que la ayuda humanitaria, de la Unión Europea por supuesto, pero toda, entre de manera masiva en Gaza y que, por lo tanto, tome todas las iniciativas que estén en su mano y utilice toda la interlocución que tiene para ello”, declaró este lunes Albares a la prensa en Bruselas a su llegada a la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE (CAE). Según informaron fuentes de Exteriores a The Diplomat, los otros cinco países firmantes de la carta son Irlanda, Luxemburgo, Bélgica, Eslovenia y Portugal.
Asimismo, informó de que durante el CAE se va a conectar con Steve Witkoff, enviado especial de la Casa Blanca, y Jared Kushner, asesor y yerno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para hablar sobre el “muy incipiente plan de paz”, que es “un rayo de esperanza para la población palestina y muy en concreto para la población gazatí, pero todavía tiene que consolidarse mucho”. “Hay un alto fuego que es demasiado frágil y sobre todo tiene demasiadas violaciones constantemente y, por lo tanto, hay que consolidarlo definitivamente”, advirtió.
Por otra parte, Albares expresó su rechazo a “cualquier forma de antisemitismo” y volvió “a condenar el atentado terrorista antisemita que se produjo en Sídney”, porque “el antisemitismo, los discursos de odio, la discriminación, de cualquier forma, no tienen cabida en nuestras sociedades y desde luego el Gobierno de España, y yo como ministro de Asuntos Exteriores de España lo combatiré siempre”.
“El antisemitismo bajo cualquier forma es siempre despreciable, pero en su forma de violencia máxima como es el atentado terrorista, el ataque terrorista, como se vivió ayer, es totalmente condenable y quiero volver a trasladar mis condolencias a los allegados de las víctimas que están en el pensamiento y por supuesto al Gobierno y al pueblo de Australia”, añadió.
El domingo, el ministro difundió un mensaje en las redes sociales en los que se declaró “horrorizado por el ataque terrorista en Sídney contra la comunidad judía”. “Mi solidaridad con las víctimas y sus allegados, con el pueblo y el gobierno de Australia”, prosiguió. “El odio, el antisemitismo y la violencia no tienen cabida en nuestras sociedades”, concluyó.
Ucrania
Por otra parte, Albares insistió en que “la paz que se diseñe en relación a la agresión rusa-ucrania va a ser también el futuro esquema de seguridad europeo” y, por ello, “la voz de Europa, la seguridad de Europa tiene que ser central”. “No podemos permitir que sean otros los que decidan por nosotros y eso pasa por seguir apoyando, como ha hecho España y como ha hecho la Unión Europea desde el primer momento, al presidente (Volodimir) Zelenski y al pueblo ucraniano, para que su soberanía sea respetada y para que su seguridad esté siempre plenamente garantizada”, prosiguió.
“Por eso nosotros somos favorables en apoyar a Ucrania en todas las facetas” y, por ese motivo, España celebra que “se esté avanzando en el uso de los activos rusos congelados ya por fin, definitivamente”, advirtió Albares. “Es vital para Europa, es vital para nuestra seguridad y es vital para nuestra soberanía encontrar una financiación urgente, sostenible en el tiempo, por lo menos durante dos años, y predecible para Ucrania”, cuyo Gobierno “se tiene que enfrentar por un cuarto año a esta agresión rusa y a un nuevo invierno en el cual seguimos viendo una violación flagrante de los más mínimos estándares de humanidad y del derecho internacional humanitario, con bombardeos sobre población civil y sobre infraestructuras energéticas básicas”.
“Quiero recordar que la congelación de activos fue una decisión que tomamos los 27, conjuntamente, muy rápidamente, si no recuerdo mal, no habían pasado prácticamente 48 horas desde el inicio de la invasión rusa y no planteó ningún problema a nadie. No veo por qué no podríamos encontrar una solución para avanzar en esa fórmula”, insistió.
