<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Su Majestad el Rey no fue informado con antelación por los saudíes sobre las intenciones de la empresa Saudi Telecom (STC) de hacerse con el 9,9% de Telefónica, según aseguraron ayer fuentes del Palacio de la Zarzuela.</strong></h4> La Casa del Rey <strong>salió así al paso de algunas informaciones o comentarios</strong> de tertulias que apuntaban a que el Monarca o Zarzuela tenían conocimiento previo de la operación. "En la Casa del Rey no se ha recibido ninguna comunicación por parte de la compañía STC informando de la operación de compra de acciones de Telefónica", dijeron las citadas fuentes. Las especulaciones sobre ese supuesto conocimiento se basaban en<strong> la buena relación que tradicionalmente han mantenido la Familia Real española y la Familia Real de Arabia Saudí</strong>, sobre todo en la época en que don Juan Carlos ocupaba el trono. Las relaciones se siguen manteniendo y el príncipe heredero saudí, <strong>Mohamed bin Salmán,</strong> que es quien ostenta el poder ante el frágil estado de salud de su padre, el rey Abdalá bin Abdelaziz, realizó una visita a España en 2018 y se reunió entonces con Felipe VI. <strong>La noticia</strong> de la compra por parte de STC, de capital mayoritariamente estatal, del 9,9% de Telefónica <strong>fue conocida en la tarde del martes por el Gobierno poco antes de que se produjera</strong>. Según el diario <em>ABC</em>, STC habría ido adquiriendo pequeños paquetes de acciones a lo largo del año, hasta alcanzar ese 9,9%, lo que convierte al grupo saudí en el principal accionista de la compañía española. El Ejecutivo dijo que está estudiando en detalle la operación, con arreglo a las potestades que le atribuye la Ley de Inversiones Extranjeras y las modificaciones introducidas por el reciente escudo ‘antiopas’. En virtud del real decreto aprobado el pasado julio con el que se impone dicho escudo, el Ejecutivo tiene que dar permiso a los inversores extracomunitarios que pretendan adquirir más del 10% de una empresa estratégica cotizada. No obstante, este umbral se rebaja al 5% en el caso de empresas con intereses en el ámbito de la defensa nacional, un supuesto en el que las fuentes gubernamentales han reconocido que podría entrar Telefónica. Desde Moncloa se indicó ayer que, e<strong>l presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, no tenía previsto ningún encuentro con la delegación de Arabia Saudí que acuda a la cumbre del G20 de este fin de semana en Nueva Delhi</strong> para pedir explicaciones de lo sucedido. Ayer, <strong>el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares</strong>, corroboró ante los periodistas que, en esos momentos no había ninguna prevista con Arabia Saudí". A última hora de la tarde se descartó por completo cualquier posibilidad, ya que <strong>Sánchez dio positivo en Covid y se vio obligado a suspender el viaje que debía hacer hoy a la India</strong>. Albares había añadido: "La información la estamos analizando, pero más allá de todo eso los españoles pueden estar muy tranquilos porque el Gobierno de España va a velar siempre por los intereses estratégicos de las empresas españolas". Telefónica presta servicios claves para la seguridad y la defensa del país, además de en las telecomunicaciones, por lo que tanto <strong>Seguridad Nacional como el CNI analizarán</strong> también las repercusiones que puede tener la entrada de los saudíes. Por su parte, <strong>la Comisión Europea evitó ayer pronunciarse sobre si ven un riesgo para la seguridad estratégica de la UE</strong> y recordó que existen mecanismos europeos a los que puede recurrir el Gobierno para examinar de la mano de Bruselas si existe una amenaza y deben tomarse medidas. Desde octubre de 2020 existe un mecanismo de vigilancia de inversiones extranjeras directas (FDI, por sus siglas en inglés) que permite "identificar y afrontar posibles amenazas" para la seguridad o el orden público dentro de la Unión Europea. En caso de que pueda haber una inversión o empresa que genere un riesgo en la UE, el país implicado puede recurrir al mecanismo y también "consultar" con la Comisión Europea sobre el caso preciso. "Después decidimos, sobre la base del caso por caso, si son necesarias medidas de mitigación o debe ser prohibida (la operación)", apuntó la portavoz de Comercio, Miriam García, para después subrayar que los casos en que se contemplaría el veto son "muy concretos" y "dentro del marco de la Unión Europea". Mientras, <strong>el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete llegó a Riad para mantener contactos con los responsables de STC</strong>, quienes dijeron, al anunciar la operación, que no pretendían entrar en el Consejo de Administración de la compañía, tras la compra de las acciones. Un informe de<strong> Scope Ratings señaló ayer que la posibilidad de que una operadora del Viejo Continente como Telefónica, acabe controlada por el Gobierno saudí es "poco realista”.</strong> Scope dicd que resultar "difícil" aceptar la influencia extranjera, "incluso cuando el Estado ya no es accionista, como ocurre en el caso de Telefónica", y pone como ejemplo el intento fallido de la mexicana América Móvil de adquirir KPN en los Países Bajos, a pesar de que el Gobierno ya no era accionista, sí como los "tímidos planes" de fusión de KPN y Belgacom (ahora Proximus) o de Swisscom y Telekom Austria, los cuales "quedaron en nada".