<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, inicia hoy en Bruselas y concluirá el jueves y el viernes en Nueva York una intensa semana internacional marcada por el primer aniversario del inicio de la guerra de Rusia en Ucrania.</strong></h4> Por una parte, Albares participará hoy en la capital comunitaria en el <strong>Consejo de Asuntos Exteriores (CAE)</strong>, presidido por el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, y que reunirá a los jefes de la diplomacia de los 27 Estados miembros de la Unión Europea. El punto fuerte del encuentro será <strong>el debate sobre la agresión rusa contra Ucrania, tras una primera conversación informal con el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmytro</strong> <strong>Kuleba</strong>, quien asistirá a la reunión de forma presencial. Aparte, los ministros mantendrán un debate informal con el viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores e Integración Europea de Moldavia, Nicu Popescu, y debatirán sobre Afganistán y mantendrán un cambio de impresiones informal al respecto con la vicesecretaria general Naciones Unidas y presidenta del Grupo de la ONU para el Desarrollo Sostenible, Amina Mohammed, que se unirá a los ministros por videoconferencia. El Consejo también abordará la diplomacia climática y energética y la situación en Irán. El jueves y el viernes (el día en que se cumple exactamente un año del inicio de la invasión), José Manuel Albares participará en Nueva York en<strong> una sesión especial extraordinaria de la Asamblea General de Naciones Unidas dedicada a Ucrania.</strong> En la reunión, se votará y muy probablemente se aprobará <strong>un proyecto de resolución </strong>en el que se pedirá -de acuerdo con el borrador que ya ha hecho circular la Unión Europea- el fin de las hostilidades en Ucrania, la consecución de una paz que garantice “la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial” de este país, el apoyo de la ONU y los Estados miembros a los esfuerzos diplomáticos para lograr la paz, el fin de los ataques rusos contra las infraestructuras civiles de Ucrania y la retirada inmediata de las tropas rusas. Según fuentes diplomáticas, Ucrania había intentado que la Asamblea General incluyera en este borrador el plan de paz de diez puntos anunciado el pasado mes de noviembre por el presidente Volodymyr Zelenski durante la cumbre del G20, pero la propuesta ha quedado archivada en favor de un texto más amplio y menos detallado, que ya ha sido distribuido entre los Estados. Aparte, el proyecto pide la rendición de cuentas por los crímenes más graves cometidos en Ucrania pero no incluye la propuesta de Kyiv de crear un tribunal especial para juzgar la invasión rusa. La Asamblea General no permite el derecho de veto a ninguno de sus miembros (a diferencia del Consejo de Seguridad, el organismo encargado de mantener la paz y la seguridad internacionales, que se encuentra paralizado por el poder de veto de Rusia), por lo que es muy probable que se apruebe el texto. Las resoluciones de la Asamblea no son vinculantes, pero tienen el peso político de representar a los 193 Estados de la ONU.