<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Parlamento Europeo va a pedir la comparecencia del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, para que explique la tragedia los sucesos del pasado 24 de junio en la valla de Melilla, en los que fallecieron al menos 23 personas durante un asalto masivo.</strong></h4> Según informaron fuentes parlamentarias a la agencia Europa Press, <strong>la Comisión de Libertades Civiles, Justicia e Interior (LIBE) del Parlamento Europeo no solo va a pedir la comparecencia del ministro, sino que incluso está estudiando la posibilidad de enviar una misión de europarlamentarios a los dos lados de la frontera </strong>para analizar la situación sobre el terreno. El calendario de esta posible misión aún deberá ser debatido en próximas reuniones de la Comisión. La decisión de convocar al ministro, según las mismas fuentes, fue tomada ayer por los coordinadores de la Comisión durante una reunión dedicada, precisamente, al tema de las migraciones en Europa. La iniciativa partió del grupo de Izquierda Unitaria (GUE), que propuso a la reunión de coordinadores de LIBE la organización de un debate sobre los sucesos de Melilla en el que comparezcan Marlaska y algunas organizaciones humanitarias, como la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y a la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH). La propuesta fue aceptada por mayoría y ahora queda por decidir la fecha, que se pretende que sea "lo antes posible", dependiendo de la agenda del ministro y del resto de invitados. La Comisión volverá a reunirse el próximo 5 de septiembre. Este pasado miércoles, <strong>el Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH), dependiente del Gobierno de Marruecos</strong>, aseguró que los hechos violentos registrados en Melilla se debieron a la inacción de las autoridades españolas, que "vacilaron” a la hora de prestar “la asistencia y auxilios necesarios” a pesar de “los empujones y enganches de migrantes frente a las puertas, que permanecían herméticamente cerradas”, con la consecuencia “más probable” de “aumentar el número de muertos y heridos”. El informe de esta comisión -presidida por Amina Bouayach y Mounir Bensalá, ambos nombrados por el rey Mohamed VI- cifra en 23 el número de muertos y en 217 el de heridos, de los cuales 140 son policías y 77 migrantes, la mayoría procedentes de Sudán y Chad. Todos ellos habían llegado a Marruecos a través de Libia y Argelia. Tras conocer el informe, <strong>el Ministerio del Interior</strong> español aseguró que la Guardia Civil había actuado con “criterios de proporcionalidad y de pleno respeto a los derechos humanos”. Por su parte, <strong>la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez,</strong> respondió ayer a las acusaciones de la CNDH con el habitual argumento de que Marruecos es “un socio fiable” y “un país vecino con el que hay que tener unas buenas relaciones, no solamente en el ámbito de los flujos migratorios, pero también el ámbito económico”.