<h4><strong>Rebeca Grynspan </strong></h4> <h5><strong>Secretaria General de la SEGIB</strong></h5> <h6><strong>Javier Socastro </strong></h6> <h4><strong>“Yo he sido muy feliz en Madrid”, <a href="https://youtu.be/69Rl9fjN-6o" target="_blank" rel="noopener noreferrer">declara Rebeca Grynspan, secretaria general de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), para una entrevista en el canal de YouTube The Diplomat in Spain</a>. “Es una ciudad fantástica. Además, eso es una cosa que tenemos los iberoamericanos entre nosotros. Sabemos que no estamos en nuestro país, pero al mismo tiempo nos sentimos como en casa”, continua. “Me gusta definir Madrid como la ciudad que lo tiene todo a escala humana”.</strong></h4> <strong>Nos gustaría empezar por un tema que generalmente no encabeza el inicio de cualquier entrevista pero que sin duda va a bañar por completo todas las preguntas que tenemos preparadas para esta sesión, que es la cuestión de la igualdad de género. ¿Qué objetivos persigue la SEGIB? Y, ¿con qué recursos cuenta?</strong> Y muy importante empezar por esta pregunta. Estamos ante una gran paradoja, porque por un lado yo estoy convencida de que el carácter del siglo XXI va a estar definido por cuánto avancemos hacia la igualdad de género. Lo más importante del siglo XX en mi opinión fue la Declaración de los Derechos Humanos. En este siglo habrá muchas cosas importantes. Pero lo más importante en términos de nuestra vida cotidiana será la igualdad de género. Sin embargo, el COVID-19 ha venido a demostrar no solo las brechas que sabíamos que existían sino la fragilidad de nuestros avances. Porque ha habido un gran retroceso en los avances que habíamos tenido en términos de equidad de género. En términos de empoderamiento económico, en términos de corresponsabilidad, en términos de la inserción de las mujeres en el mercado laboral, inclusive en términos de la inserción política de las mujeres. Entonces es paradójico que por un lado haya mucho más conciencia, y al mismo tiempo, lo que hemos visto en la pandemia han sido retrocesos muy importantes en nuestros derechos. <strong>¿Se ve la Secretaría general Iberoamericana como ese órgano capaz de protagonizar, o de coprotagonizar, la recuperación en igualdad de género de aquí al futuro?</strong> Nosotros estamos haciendo, para ser concreta, 3 cosas en este tema: Una es que, en realidad, no había nada con respecto a género realmente dentro de la SEGIB. Nosotros ya tenemos una unidad de género. Hemos estado trabajando en este tema, hemos estado transversalizando el tema de género en todos los programas iberoamericanos y en todas las estrategias de la SEGIB. Y en todas las declaraciones ministeriales donde hemos sido muy fuertes en el tema de género, en cada uno y con cada uno de los sectores con los que nosotros trabajamos. Segundo punto, desde el 2017, junto con ONU Mujeres, hemos estado desarrollando un proyecto muy importante para el empoderamiento económico de las mujeres que tiene que ver con aquel marco normativo y legal que todavía persiste y que obstaculiza el empoderamiento económico de las mujeres. Hemos puesto las mismas categorías hemos analizado las mismas leyes y por lo tanto para cada país hay una agenda de las leyes que hay que eliminar, de las leyes que hay que modificar, y de las leyes que hay que promover en este campo. Y, por ahora, hemos tenido mucho éxito en los países en que los que ya hemos. Y lo tercero que estamos haciendo y que esperamos aprobar en la próxima cumbre es <em>el programa Iberoamericano contra la violencia de género</em>. Eso es esencial y yo creo que puede ser un espacio de intercambio de experiencias y de aprendizaje mutuo muy importante en este tema de acuerdo. <strong>Continuando con el tema de la COVID, últimamente da la sensación de que los países debemos colocar la mayor cantidad de barreras tanto a nivel físico, como a nivel político y económico con todo aquello que sea externo a nosotros. ¿Qué encaje han tenido estas nuevas tendencias políticas para una organización como la SEGIB?</strong> Es muy importante la pregunta porque en realidad lo que vimos al inicio de la pandemia fue, no políticas nacionales, sino nacionalistas que es distinto ¿no? Y mucha falta de cooperación y de coordinación a nivel internacional. Yo creo que ahí Europa nos ha dado ejemplo. Que comenzó muy mal pero que después logró poner un programa conjunto para enfrentar la pandemia y ahora la vacunación. Pero sigue siendo cierto que en una pandemia cómo esta, lo que uno hubiera esperado es una acción mucho más fuerte y con muchos más instrumentos del mundo multilateral. <strong>Y, concretamente, ¿cómo ve la SEGIB estos nuevos “individualismos” de cara a la agenda 2030 y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible?</strong> Nosotros hemos apostado muy sinceramente por volver a abrazar la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Porque es cierto que se ha quedado rezagada por los problemas que el mundo ha venido enfrentando, pero ya son 5 años desde que aprobamos la Agenda, y por lo tanto, si no la volvemos a abrazar, si no volvemos a dinamizar los Objetivos de Desarrollo Sostenible pues no se cumplirán. Lo que sí es cierto es que el espacio Iberoamericano es una de las voces importantes a nivel global que aboga por fortalecer el multilateralismo y por redinamizar los dos acuerdos más importantes que el mundo multilateral ha tomado: los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de Cambio Climático. <strong>Últimamente hemos visto cómo el Poder Ejecutivo de muchos países ha ido recortando ciertas libertades a los agentes políticos y sociales, abogando por una mejor gestión de la de la crisis sanitaria. ¿Qué margen de acción le ha dejado esto a una a una organización tan internacional como es la Secretaría General Iberoamericana?</strong> Yo creo que ahí es muy importante diferenciar. Por un lado, las medidas que sí fueron necesarias para el control de la pandemia, pero que fueron tomadas dentro de Estados democráticos. Y, por otro lado, las medidas que se han excedido con la excusa de controlar la pandemia para ir un poco más allá, y tal vez, cortar libertades. Y a mí me parece que la discusión tiene que darse. Pero sería un error de parte nuestra cuando decisiones importantes para el bien común se toman, pero que limitan alguna libertad temporalmente, por ejemplo, la libertad de la movilidad ¿verdad? Porque los derechos deben ir acompañados de responsabilidades. Entonces si alguno de nosotros está infectado y sale a la calle e infecta a otros yo creo que en ese caso el Estado puede establecer normas que evite que eso pase porque hay un daño sobre tercero en el ejercicio de una libertad sin responsabilidad. Yo sí digo que tiene que haber control democrático sobre los poderes del Estado porque eso es lo que define un control democrático. Ahora, que eso signifique que cada individuo puede hacer lo que quiera aún en un marco de pandemia donde puede causar la muerte a otros individuos, yo creo que ahí ya estamos en un terreno diferente. <strong>Dentro de mes y medio celebraremos la vigesimoséptima Cumbre Iberoamericana que estaba prevista para noviembre del año 2020, más tarde se pasó en formato presencial a abril de este año, y hace cosa de unos días comentaron que tendría que ser semipresencial. Una cumbre que se titula “Innovación para el desarrollo sostenible-objetivo 2030. Iberoamérica frente al reto del coronavirus”. Cumbre importantísima a nivel global. Por eso, ¿qué objetivos plantean para este abril del año 2021?</strong> Bueno, yo creo que el título lo que refleja es una máxima que tenemos en el espacio Iberoamericano de que “el corto y el largo plazo comienzan en el mismo tiempo”. O sea, tenemos que hacerle frente a la pandemia, y por eso es Iberoamérica frente al COVID-19, pero al mismo tiempo tenemos que tener la visión de largo plazo que son los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la innovación para el desarrollo sostenible. Nosotros esperamos que sea una declaración muy fuerte en términos de la recuperación posCOVID-19, del financiamiento externo, del acceso a las vacunas y de los programas que deben ponerse en ejecución para una recuperación rápida equitativa y sostenible por parte de los países iberoamericanos. Al mismo tiempo, tendremos un documento que será un compromiso con la innovación y que sale de las consultas y de las reuniones de altísimo nivel y las reuniones ministeriales que hemos tenido durante estos años con ideas muy importantes. Y aprobaremos varios programas iberoamericanos de gran importancia. Uno de ellos, un programa Iberoamericano contra la violencia de género, que comentaba antes, el programa Iberoamericano para evitar la transmisión del chagas de madres a hijos. Que afecta a los sectores más pobres de la región. Y firmaremos un convenio que hemos estado negociando con muchos de los países que es el convenio de circulación del talento y del marco de control de mejoramiento de la calidad de la educación en la región Iberoamericana. <strong>¿Hay algún proyecto económico que ahora mismo espere con especial interés la SEGIB? </strong> En realidad, yo creo que la Cumbre va a ser una gran oportunidad para tener una voz muy fuerte en una recuperación distinta a las otras crisis que hemos tenido en el pasado. Sin duda alguna, el tema del comercio, y ahora que está sobre la mesa en Europa el tema del acuerdo de asociación de Europa con Mercosur, así como la renovación de los acuerdos con México y con Chile, son una parte muy importante de la agenda entre Europa y América Latina. Me parece que lo segundo es poner en el centro de la agenda el tema de la recuperación económica de estos países mal llamados “de renta media”, que nosotros llamamos países en transición al desarrollo. Muchos de los instrumentos que se han puesto a disposición tanto en el G7 como en el G20, no van dirigidos a los a estos países emergentes. Creo que será una oportunidad para Iberoamérica de tener una voz muy fuerte a nivel global en defensa de los intereses de los países emergentes, y de un llamado financiamiento solidario de las instituciones financieras Internacionales. <strong> Me gustaría preguntarle, ¿qué papel le reserva la SEGIB a China?</strong> Bueno, a mí me parece que no hay por qué demonizar a China de ninguna manera. O sea, China es un importante socio comercial de América Latina y ya es el principal socio comercial de 8 países de la región. Y, por lo tanto, sin duda alguna es un factor muy importante de la recuperación económica también. ¿En qué sentido? China es el único país que está creciendo en “V”, o sea rápidamente, a raíz de la pandemia y que se espera que de aquí al 2028 China duplique su PIB. Eso significa meter a la economía mundial 15 trillones de dólares, que es la economía china. Ya estamos viendo que están subiendo los precios de las materias primas y de los alimentos nuevamente, que les beneficia mucho a los países de América Latina. Por otro lado, también es cierto que necesitamos una relación distinta con China. Primero tiene que haber mucha transparencia en los acuerdos que se hagan con China. Y creo que es muy importante que, también con China, la relación no sea solo de comercio primario de América Latina, sino que sea una relación que madure, que sea más sofisticada, que tenga reglas del juegos que sea mucho más transparentes… Y lo segundo es que no podemos negar que habrá una tensión geopolítica en América Latina entre China y Estados Unidos. Y América Latina será un campo de la geopolítica y de la atención entre Estados Unidos y China. Y lo será por el litio, y lo será por el comercio, y lo será por el 5G… Y por tanto la presencia de Europa se hace todavía más importante para nosotros porque es como un “tubo de escape” a esa tensión geopolítica. Yo creo que no debemos caer en las falsas dicotomías y en unas reglas del juego de Guerra Fría. Yo creo que sería una equivocación para América Latina. Debemos tener relaciones transparente con todos nuestros socios, y yo creo que ahí Europa tiene que ser también un socio fundamental para América Latina en esa relación de acuerdos. <strong>Saltemos ahora hacia el otro lado del Pacífico. Trump ha terminado su presidencia, y me gustaría preguntarle ¿qué perspectivas le genera esto a la SEGIB?</strong> Bueno, a mí me parece que hay varias cosas que han sucedido con la nueva Administración que son muy positivas porque nosotros somos una voz a favor del multilateralismo. Para nuestros países el entrar a un mundo sin reglas, o a un comercio sin reglas es una tragedia. Si se trata solo de quién tiene más palanca, de quién tiene más fuerza, o “de la ley de la selva”, muchos de nuestros países fracasarán totalmente. Por lo tanto, el hecho de que Biden haya permitido ya la elección de la nueva directora de la Organización Mundial del comercio, que se haya comprometido nuevamente con ese esquema multilateral para que tengamos reglas internacionales en el comercio, que hayan vuelto al Acuerdo de París, que se haya comprometido con la Organización Mundial de la salud… Todas esas son buenas noticias y van en la dirección de lo que el espacio Iberoamericano ha defendido y ha pedido durante todo este tiempo. <strong>Y, por último, para terminar Rebeca, dos mandatos como secretaria general de la SEGIB, creo que es un momento idóneo para preguntarle ¿qué últimos grandes proyectos tienen ustedes pensados para la región? </strong> Buena pregunta. Bueno en primer lugar yo creo que el próximo año ya pasaremos a la presidencia <em>pro tempore</em> de República Dominicana que se hará cargo de la próxima Cumbre, y le dedicaremos la mayor parte de nuestros esfuerzos a cumplir con los mandatos que salgan de esta cumbre en términos de la recuperación del COVID-19, y cumplir con esta máxima: <em>que no se quede nadie atrás</em>. Porque yo le voy a decir, la posibilidad de una recuperación con más desigualdad es una posibilidad real y hay que trabajar mucho para que no sea así. Yo sinceramente, creo que entrando a un “súper ciclo electoral” en América Latina en este año, donde tendremos muchas elecciones en los dos próximos años, es muy importante abogar por un nuevo Contrato Social, por un nuevo pacto social que logre generar los consensos mínimos que permitan una recuperación, como digo, sostenible e incluyente. Que América Latina no pierda la oportunidad de entrar a la Nueva Economía, a la nueva sociedad digital, a la nueva apuesta por el conocimiento y por el talento de la gente. Y esto requerirá innovación, pero requerirá acuerdos de grandes consensos. Yo creo que esas serán nuestras grandes tareas durante este periodo.