Györi presentó dos vídeos para demostrar la manipulación informativa de las actuaciones de la Policía húngara./ Foto: A.R.
Alberto Rubio. Madrid
Para Hungría, la prioridad máxima en la “crisis de los refugiados” es el control de las fronteras exteriores de la Unión Europea, según dijo la embajadora húngara en España, Enykö Györi, ayer en un desayuno informativo. Hungría también reclama a la UE una política coherente de gestión de flujos migratorios.
La representante en España del gobierno de Viktor Orbán defendió que Hungría sólo está “respetando y haciendo respetar las normas internacionales”, y recordó la vigencia del Acuerdo de Schengen (temporalmente suspendido por Alemania y Austria en sus territorios), la Regulación de Dublín II o las normas de Frontex, además de las regulaciones de la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados.
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La embajadora húngara en Madrid rechaza que a su país se le considere «el chico malo» de la crisis
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Frente a las críticas recibidas por su gobierno, Györi lamentó que a Hungría se la considere el “chico malo” de esta crisis mientras “otros”, en clara referencia a Alemania y Francia, “no respetan ni hacen respetar las reglas. No creo que sea justo”.
“Francia nos critica por levantar una valla, cuando ellos tienen en Calais una más grande que nosotros. Y nos piden que acojamos a todos los que llegan cuando Alemania y Austria cierran sus fronteras”, explicó.
La solución a esta crisis, dijo Gyori, pasa por “reorientar nuestras fuerzas conjuntamente para poder controlar las fronteras exteriores de la UE”. “Podremos hablar de cuotas, cuando sepamos a cuanta gente acogeremos. Ahora no tenemos ni idea”, añadió. Según sus propias estimaciones, hasta hoy pueden haber entrado ilegalmente en Hungría más de 200.000 personas.
Mientras, los países del grupo de Visegrado cerraron filas el lunes en la reunión de ministros de Interior y Justicia de la UE y bloquearon el acuerdo para repartir a los refugiados por cuotas. La diplomática húngara, no obstante, señaló que el texto que se presentará de nuevo ante los responsables de Interior el próximo 8 de octubre “va en la buena dirección” y mostró su esperanza en que esta vez haya un acuerdo.
Para ello, consideró que deben darse algunas condiciones, como cooperar con los países de origen y de tránsito, atender a los refugiados en el lugar más cercano a su país, establecer una política de retorno eficiente y elaborar una lista única de países seguros y de tránsito. “Con todo esto, podemos empezar a habla de cuotas”, añadió.