Hassan Mahmud Khandaker, exjefe de las brigadas de acción rápida de la Policía de Bangladés y nuevo embajador en España.
Tamara Fariñas. Madrid
El Ministerio de Asuntos Exteriores concedió el pasado 30 de junio el plácet para el nombramiento como nuevo embajador de Bangladés en España de Hassan Mahmud Khandaker, según confirmó a The Diplomat una portavoz de la Oficina de Información Diplomática. Khandaker está acusado por varias organizaciones ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) de crímenes contra la humanidad.
Aunque desde Exteriores no se facilitaron más detalles, fuentes solventes indicaron a The Diplomat que las autoridades españolas tenían conocimiento de las denuncias contra Khandaker interpuestas ante el TPI, pero que se le ha concedido el plácet precisamente porque todavía no han sido admitidas a trámite, por lo que formalmente, no se le acusa de ningún cargo.
En caso de que la Corte Penal Internacional tome la decisión de admitir a trámite las denuncias, comenzará a investigar a Khandaker y al resto de los acusados. Sólo entonces, el Gobierno español podría plantearse si mantiene el plácet que le concedió o si opta por retirárselo y pedir a Bangladés que proponga a otra persona. Khandaker no ha llegado aún a España, aunque es esperado en breve y cuando lo haga, deberá esperar todavía algunas semanas hasta que pueda presentar credenciales ante Su Majestad el Rey.
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El Gobierno tomó la decisión al no haberse pronunciado aún el tribunal sobre si acepta las denuncias
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Ayer, medio centenar de bangladesíes se reunieron ante la sede de Exteriores para manifestar su desacuerdo con la aceptación de Khandaker, con pancartas en las que se leían lemas como «No podemos aceptar a un asesino como embajador» o «Democracia: no más muertes en Bangladés».
Varias organizaciones, tanto bangladesíes como internacionales, como Human Rights Watch, han presentado hasta tres denuncias ante el TPI durante los últimos años en las que acusan de crímenes a la primera ministra, Sheikh Hasina, y a una serie de personalidades, entre ellas Khandaker, bajo cuyo mandato como responsable del batallón de acción rápida de la Policía aumentaron, según los textos de las denuncias, los asesinatos y desapariciones forzadas, principalmente de miembros de la oposición, activistas y periodistas.