García-Margallo, ayer en el Instituto Cervantes./ Foto: GP/La Razón
The Diplomat. Madrid
«España va a pedir una política europea de asilo y migraciones, que es lo que la Comisión tiene que poner encima de la mesa, y probablemente, una convocatoria del Consejo de Seguridad para que el tema de emigración se trate a nivel de Naciones Unidas», dijo ayer el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, respecto a la crisis de los refugiados que vive la Unión Europea.
Margallo, que acepta «la cuota que le corresponda a España» en el reparto de los refugiados, considera que el planteamiento de la Comisión Europea para reasentar a 120.000 personas en lugar de las 40.000 inicialmente previstas, “solo resolverá parte del problema». «El reparto de cuotas debe venir al final del proceso”, añadió. El ministro español aboga por “una política integral, global, en la que se contemplen todos los aspectos del fenómeno más grave y doloroso que tiene que afrontar la comunidad internacional», declaró a los periodistas durante un acto el Instituto Cervantes.
Margallo expondrá este punto de vista hoy, durante la reunión informal que mantendrán los ministros de Exteriores europeos en Luxemburgo. «En la vida, o tienes un diagnóstico de lo que pasa y por tanto, una terapia completa o estás dando palos de ciego que sirven para resolver un problema ahí, pero no el problema de fondo», afirmó.
En cuanto a la idea francesa de abrir un campo de refugiados en su territorio, Margallo ha recordado que «en Italia se han hecho campos o ciudades de acogida para atender necesidades elementales de quien llega y luego para distinguir entre quien es perseguido y con derecho al asilo y quien es inmigrante económico».
El ministro apuntó, entre otras medidas, una «operación de mantenimiento de la paz» que ponga fin a los conflictos de Libia y Siria «sin soluciones bélicas”, un diálogo intercultural y religioso, y políticas de ayuda económica y de cooperación activa que les ayuden a desarrollarse.