Proyecto Fondo del Agua en El Salvador. / AECID
Tamara Fariñas. Madrid
El rey Felipe VI aseguró ayer que los avances en materia de agua potable y saneamiento en la región de América Latina y el Caribe han sido muy positivos pero no suficientes e indicó que posibilitar el acceso al agua a los más necesitados es un «imperativo ético» para todos los países.
Felipe VI, que hizo estas declaraciones en el marco del Encuentro Internacional sobre Agua y Saneamiento celebrado en Casa de América, apeló a los Derechos Humanos en una jornada que se centró en los retos que afronta la región latinoamericana, donde se estima que 50 millones de personas no tienen acceso a agua potable y unos 125 millones carecen de acceso a saneamiento.
En este aspecto, España ha tenido un papel protagonista, ya que hace ocho años creó el Fondo de Cooperación de Agua y Saneamiento, instrumento que, con la colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), le ha valido para situarse en la vanguardia de los países donantes cuyo objetivo es mejorar el acceso a estos servicios promocionando el agua, «base de la vida en nuestro planeta», como un derecho fundamental. De los 1.276 millones de euros destinados a 66 proyectos de 19 países, el Gobierno de España ha donado hasta el momento 790 millones, principalmente para proyectos en Haití, Bolivia y Paraguay.
La secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, agradeció en esta jornada «la solidaridad del Gobierno y del pueblo español en materia de contribución», reconocimiento del que también se hicieron eco el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, y el mandatario de Paraguay, Horacio Cartes, inversión que en palabras de Moreno, ha tenido un «significativo efecto».
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España tiene mucho que aportar gracias a su experiencia en gestión de recursos hídricos
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La escasez de agua en algunas regiones propias es la causa por la que España cuenta con una importante experiencia en gestión de recursos hídricos. En este sentido, Felipe VI indicó que gracias al exitoso modelo nacional y a las empresas públicas y privadas españolas, «punteras a nivel mundial», España «tiene mucho que aportar en materia del agua».
No obstante, el monarca, aunque también resaltó la «colaboración tan fructífera» que ha desarrollado España junto con el BID, recordó que «debemos continuar trabajando» y aseguró que «es un imperativo ético que todos los países hagamos los esfuerzos posibles para posibilitar el acceso al agua a los más necesitados».