José Manuel García-Margallo/Foto: Moncloa
Eduardo González. Madrid
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, considera que la posible adhesión de Gibraltar a la zona Schengen, tal como ha planteado recientemente el propio Gobierno británico, sería una «anormalidad» y requeriría, en todo caso, «muchas garantías» para que la libre circulación «no se aproveche para seguir haciendo contrabando».
El secretario del Foreign Office, Philip Hammond, explicó el pasado viernes en respuesta a la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento británico que, dado que las relaciones entre Gibraltar y la UE no son un reflejo exacto de las que mantiene Londres con Bruselas, «en teoría, sería posible que Gibraltar se integrase más en el sistema de la UE si los gibraltareños así lo deseasen, incluida la adhesión a la zona de Schengen”, en referencia al acuerdo de libre circulación suscrito por varios Estados europeos, entre los que no se encuentra Reino Unido.
«Me ha sorprendido», declaró este martes García-Margallo, durante una rueda de prensa en la sede del Ministerio en Madrid, en respuesta a las afirmaciones del Gobierno británico. «La representación exterior de Gibraltar la lleva Reino Unido -prosiguió el ministro-. Que Gibraltar entre en Schengen cuando Reino Unido no lo está sería una anormalidad», manifestó. El propio Ejecutivo de Londres advirtió en su respuesta parlamentaria de que «Reino Unido es responsable de las relaciones exteriores de Gibraltar, por lo que en última instancia es algo que compete al Gobierno británico, trabajando estrechamente con el Gobierno de Gibraltar».
[hr style=»single»]
Afirma que la representación exterior de Gibraltar corresponde a Londres, que no está en esta zona
[hr style=»single»]
En todo caso, prosiguió el ministro, esta adhesión «significaría una modificación del derecho primario que requeriría de unanimidad». Al respecto, el Gobierno británico ha admitido que la entrada de Gibraltar en la zona Schengen «necesitaría, en la práctica, de negociaciones complejas y lentas, que podrían implicar cambios en los tratados europeos que precisarían del acuerdo de todos los Estados miembros, incluida España”.
El pasado mes de mayo, el propio ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, anunció su intención de plantear una consulta a la Unión Europea sobre la posibilidad de adherir a la colonia británica a las zonas acogidas al Acuerdo de Schengen, una medida que conllevaría la supresión del marco legal que permite los controles establecidos por el Ministerio español del Interior en la frontera para impedir el contrabando, que han causado graves problemas en los últimos meses.
En este sentido, Margallo advirtió este martes de que la posible adhesión de Gibraltar a Schengen «debería ir acompañada de muchas garantías para que la libre circulación no se aproveche para seguir haciendo contrabando de mercancías» ni para mantener un régimen fiscal «lesivo para las arcas europeas y las arcas españolas».