Imagen publicitaria de las elecciones europeas.
The Diplomat. Madrid.
La cuenta atrás para el 25-M ha empezado. Estas elecciones tienen un buen número de curiosidades y novedades. En primer lugar, 400 millones de europeos tendrán en su mano la composición del próximo Parlamento Europeo, de modo que estos comicios son el segundo mayor ejercicio democrático del mundo… solo por detrás de la India. En lo que se refiere a España, más de 34 millones de ciudadanos están llamados a votar para elegir a 54 representantes de la Eurocámara.
Los 751 eurodiputados que ocupen sus escaños en julio no sólo fijarán el curso de las políticas europeas durante los próximos cinco años, sino que también elegirán al presidente de la Comisión Europea. Es una de las novedades de esta convocatoria electoral ya que, según las nuevas normas, los líderes de los gobiernos europeos propondrán un candidato para el cargo de futuro jefe del Ejecutivo comunitario en base a los resultados de las elecciones.
El próximo presidente de la CE deberá lograr al menos la mitad de los 751 eurodiputados (es decir, 376). Los partidos políticos europeos ya han presentado a sus candidatos para suceder al portugués José Manuel Durao Barroso con el objetivo de permitir a los ciudadanos que expresen sus preferencias acerca del próximo presidente de la Comisión. Así, los conservadores del PPE han elegido al luxemburgués Jean-Claude Junker, los socialistas del PSE al alemán Martin Schulz y los liberales del ALDE al belga Guy Verhofstadt.
¿Por qué estas elecciones son diferentes? El incremento en los poderes del Parlamento Europeo desde 2009 ha empezado a notarse a medida que la UE buscaba salir de la crisis económica y los eurodiputados elaboraban legislación sobre una disciplina presupuestaria eficaz, la liquidación de bancos en quiebra y el límite a las primas de los banqueros, entre otros asuntos.
La nueva mayoría política que surja de las elecciones también dará forma a la legislación europea durante los próximos cinco años en áreas que van desde el mercado único hasta las libertades civiles. La Eurocámara es ahora un eje del sistema europeo de toma de decisiones y tiene la misma voz que los gobiernos nacionales en prácticamente todas las leyes de la UE. De ahí que los votantes tendrán más influencia que nunca.
El Parlamento Europeo tiene actualmente siete grupos políticos, que representan a más de 160 partidos nacionales. Según las normas del Parlamento, los miembros de un grupo deben compartir una «afinidad política». Para constituir un grupo político hacen falta, como mínimo, 25 eurodiputados de al menos un cuarto de los Estados miembros (en la actualidad hay un total de siete). Los miembros que no deseen o que no puedan ser asignados a un grupo se llaman «no inscritos».
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La Eurocámara tiene la misma voz que los gobiernos nacionales en prácticamente todas las leyes de la UE
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En cuanto a la normativa electoral, existen normas comunes para las elecciones en toda la Unión. Además, hay leyes nacionales específicas que respetan las tradiciones electorales de cada Estado miembro. Por ejemplo, cada país decide si utiliza un sistema de listas abiertas o cerradas o un umbral específico, siempre que éste no sea superior al 5 por ciento.
También hay algunas incompatibilidades con el cargo de eurodiputado que son comunes en toda la UE, pero cada país puede ampliar esta lista a más categorías. La edad mínima para votar es de 18 años en todos los países excepto en Austria, donde es de 16. Mientras, la edad mínima para presentarse como candidato varía en función del país, pero en la mayoría de los casos es también de 18. El voto es obligatorio en cuatro países: Bélgica, Chipre, Grecia y Luxemburgo.