The Diplomat. Madrid.
Los continuos viajes del ex ministro de Asuntos Exteriores Miguel Angel Moratinos a Guinea Ecuatorial tienen un objetivo preferencial, que es facilitar a algunas empresas españolas la realización de negocios con el régimen de Malabo, pero hay otra tarea que le ha encomendado Teodoro Obiang. Se trata de lograr que Guinea Ecuatorial sea aceptada como miembro de pleno derecho en la Cumbres Iberoamericanas, una meta nada fácil por la oposición de algunos países.
El propio Moratinos fue uno de los ministros que más batalló para que en 2009, Guinea Ecuatorial se integrara como país observador en las cumbres. Ahora la misión es más difícil y el ex ministro, que mantiene una estrecha relación con Obiang, utiliza todas sus influencias para tratar de conseguir el objetivo. Tropieza, sin embargo, con las reticencias que ya entonces mostraban varios miembros de la comunidad iberoamericana, especialmente Argentina, cuya presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, protagonizó en 2008 un sonado enfrentamiento con Obiang cuando durante una visita oficial de este a Buenos Aires, le reclamó públicamente un mayor respeto de los derechos humanos.