<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno español hizo llegar ayer al Reino Unido y a Gibraltar el mensaje de que no aceptará una especie de acuerdo a la carta con la Unión Europea sobre el futuro del Peñón tras el Brexit.</strong></h4> El mensaje fue lanzado ayer desde Luxemburgo por el<strong> secretario de Estado para la UE, Fernando Sampedro,</strong> quien, aprovechando una pregunta de los periodistas sobre las negociaciones entre la Unión Europea y Suiza para establecer una relación más cercana, comentó que España no es partidaria de que, en una negociación internacional, cada parte seleccione qué temas les conviene o no tratar. Llevando el asunto a su terreno, en concreto a la fase final en que se encuentran las negociaciones entre Bruselas y Londres sobre el futuro de Gibraltar, Sampedro dijo textualmente: <strong>"España en general defiende que, en los acuerdos con países vecinos y amigos, como hacemos también con el Reino Unido, también en relación con el de Gibraltar, no se hagan excepciones, no se permita una selección individual de los temas que se quieren tratar en el acuerdo".</strong> Lo que vino a decir el secretario de Estado es que Reino Unido y Gibraltar han de aceptar el posible acuerdo en su totalidad, y no los puntos que les interesen, especialmente en lo que se refiere a la inclusión de la colonia en el Espacio Schengen, de libre circulación de personas y mercancías, lo que supondría la supresión de la Verja. España aceptó en el acuerdo de Nochevieja de 2020 que esa supresión es el objetivo, pero no renuncia a la presencia de agentes de policía españoles, en los controles de entrada y salida de puerto y aeropuerto, algo que no gusta a británicos y gibraltareños, que lo ven como un retroceso en su soberanía. Ese es uno de lo puntos en los que está empantanada la negociación, y el pasado lunes, se puso de relieve en un debate en el Parlamento británico, suscitado días después de que el inspector jefe de la Policía en la Verja decidiera sellar los pasaportes de los gibraltareños que querían pasar a España. La medida fue replicada por el Gobierno de Fabian Picardo, pidiendo el pasaporte a los trabajadores transfronterizos, hasta que se revocó la orden española. En ese debate, en la Cámara de los Comunes, la secretaria de Estado británica de Exteriores, Commonwealth y Desarrollo, Anneliese Dodds, dijo que su Gobierno está comprometido a lograr un acuerdo con la Comisión Europea lo antes posible, pero avisó: "Mantenemos nuestro apoyo firme a Gibraltar y <strong>solamente aceptaremos aquellos términos con los que el Gobierno gibraltareño esté conforme”.</strong> Ese mismo lunes, el ministro principal de la colonia británica, Fabian Picardo, durante la recepción del Día de Gibraltar en Londres, dijo que, a pesar de los retos del Brexit su Gobierno ha presentado propuestas "justas, equilibradas y respetuosas<strong> </strong>con el acervo de Schengen y del mercado único". Y aseguró que esas propuestas no exigen "ninguna concesión en materia de soberanía".