The Diplomat
El Gobierno de Gibraltar negó ayer que actúe con «connivencia» en relación al trasvase de petróleo ruso entre barcos en zonas cercanas al Estrecho y aseguró que los protocolos del puerto gibraltareño son «más estrictos» que los establecidos por la Unión Europea o Reino Unido.
En un comunicado, el Ejecutivo de Fabian Picardo afirma que, desde enero de 2013, prohíbe a sus operadores portuarios y proveedores de servicios prestar cualquier tipo de ayuda al trasvase entre buques en lo que considera aguas territoriales, por lo que se requiere un permiso expreso para trasladar barreras yokohama y otros equipos.
Según el comunicado, este permiso solo se concede “en circunstancias excepcionales, cuando tanto el Capitán del Puerto como el Ministro están convencidos de que este equipo no se utilizará para operaciones (‘ship to ship’) STS», tampoco en aguas internacionales».
Asimismo, asegura que, desde principios de marzo de 2022, el puerto gibraltareño no permite ni el acceso ni prestar servicios a barcos con bandera, registro o mercancía de Rusia o de personas sancionadas. Y añade que tampoco se le presta servicio a buques que tengan Rusia como puerto de origen o destino.
Las autoridades gibraltareñas apuntan que, en cambio, los buques de propiedad rusa sí siguen pidiendo acceder a puertos europeos y que Marruecos «no tiene sanciones» contra Rusia.
En el caso de los petroleros que supuestamente se habían abastecido en Gibraltar antes de efectuar operaciones en aguas internacionales frente a Ceuta, el Gobierno del Peñón esgrime que dichos barcos tenían pabellón de terceros países y no había indicios de cualquier interés o relación con Rusia, por lo que, «según los protocolos aplicables, no había motivo para negarles el servicio».