<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Rey Mohamed VI envió ayer un mensaje de felicitación al Rey Felipe VI de España con motivo de su cumpleaños y a solo dos días del comienzo de la Reunión de Alto Nivel en Rabat, que escenificará la “luna de miel” que viven los dos países desde el inesperado volantazo de España a favor de la “marroquinidad” del Sáhara Occidental. La cita reunirá a una decena de ministros (ninguno de Unidas Podemos) y se espera la firma de una veintena de acuerdos bilaterales.</strong></h4> En el mensaje, recogido por la agencia estatal de noticias MAP, el soberano alauí expresa su “calurosa felicitación y sus sinceros deseos de salud, felicidad y larga vida al Rey de España y a su ilustre familia real”. Asimismo, Mohamed VI reitera a Felipe VI su “orgullo por los sólidos lazos de amistad que unen a los dos soberanos y a las dos familias reales, subrayando su firme determinación de seguir trabajando junto al soberano español para reforzar estos lazos y elevar la cooperación bilateral al nivel de las aspiraciones de los dos pueblos amigos”. El mensaje de felicitación se produce <strong>a solo dos días de la celebración de la Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos</strong>, la primera en casi ocho años, que tendrá lugar los días 1 y 2 de febrero en Rabat. El propio Felipe VI se refirió el pasado 25 de enero, durante la tradicional recepción anual al Cuerpo Diplomático acreditado en España, al inicio de “una nueva etapa con Marruecos” y a la próxima celebración de la RAN, una cita “que no tenía lugar desde 2015”, que “forma parte de la hoja de ruta acordada en abril del año pasado y permitirá profundizar nuestras amplias relaciones bilaterales para trabajar juntos sobre bases más sólidas”. <strong>La última RAN entre España y Marruecos se celebró en junio de 2015</strong> y la siguiente había sido programada, en principio, para diciembre de 2020, pero desde entonces sufrió varios aplazamientos a causa de la pandemia del COVID-19 y de la profundísima crisis diplomática que estalló en abril de 2021 tras la decisión de España de acoger en un hospital de Logroño al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, por motivos humanitarios. El punto de inflexión se produjo en marzo de 2022, con la decisión del Gobierno español de aceptar el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental como “la base más seria y realista” para la solución del conflicto. Como consecuencia de este “deshielo” (una de cuyas consecuencias ha sido la grave crisis diplomática con Argelia, principal suministrador de gas a España), <strong>el presidente Pedro Sánchez y el Rey Mohamed VI adoptaron, el 7 de abril en Rabat, una hoja de ruta bilateral</strong> que sentó las bases para la recuperación de las relaciones diplomáticas y allanó el camino para la celebración de la Reunión de Alto Nivel. <h5><strong>Presencias y ausencias</strong></h5> Aparte de Pedro Sánchez y el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, la RAN de Rabat contará con <strong>una decena de ministros del Gobierno español y sus homólogos correspondientes de Marruecos</strong>. Según indicaron fuentes gubernamentales, al encuentro asistirán las vicepresidentas primera y tercera, Nadia Calviño y Teresa Ribera; y los ministros de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares; Interior, Fernando Grande-Marlaska, Justicia, Pilar Llop; Transportes, Raquel Sánchez; Educación, Pilar Alegría; Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; Agricultura y Pesca, Luis Planas; Cultura y Deporte, Miquel Iceta; Ciencia e Innovación, Diana Morant, e Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. Según las mismas fuentes, los ministros españoles y sus homólogos marroquíes firmarán <strong>una veintena de acuerdos bilaterales</strong>. Asimismo, se abordarán asuntos de gran relevancia en las relaciones bilaterales, como <strong>el comercio, las migraciones, la seguridad e incluso la posible apertura de un Instituto Cervantes en El Aaiún</strong>, capital del Sáhara Occidental. Aparte, la RAN permitirá analizar los resultados de <strong>la “prueba piloto” efectuada la semana pasada para la apertura comercial de las aduanas con Marruecos</strong>, primer paso para el restablecimiento de los controles aduaneros de Melilla, paralizados desde octubre de 2018, y el establecimiento de una nueva aduana en Ceuta, que actualmente no existe. Según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores, esta prueba servirá de base para diseñar “un calendario que permita el comercio entre los dos países con todas las garantías” y para abordar “las necesidades en materia de infraestructuras, para la implementación de los controles y para el despliegue del personal necesario con el que dar una respuesta a los usuarios de esta aduana”. <strong>Quienes no acudirán a Rabat</strong> serán la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra; y el titular de Consumo y coordinador federal de IU, Alberto Garzón. <strong>Unidas Podemos, socio minoritario en el Gobierno de coalición, ha criticado reiteradamente la decisión de Pedro Sánchez de reconocer el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental. </strong>Varios miembros de Podemos y de Izquierda Unida participaron en el reciente congreso del Frente Polisario en los campos de refugiados de Tinduf (Argelia), en el que Brahim Ghali fue reelegido como secretario general. Los partidos de la oposición y los socios del Gobierno pidieron la semana a Pedro Sánchez que informase en el Parlamento sobre la Cumbre hispano-marroquí antes del comienzo de ésta, algo que, evidentemente, no va a ser posible. Previamente a la RAN, mañana se celebrará en Rabat <strong>un foro empresarial</strong> presidido por Pedro Sánchez y Aziz Ajanuch y en el que también participarán el presidente de la Confederación General de Empresas de Marruecos (CGEM), Chakib Alj; el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi; la ministra española de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; y la titular marroquí de Economía y Finanzas, Nadia Fettah. El encuentro, que estará dedicado fundamentalmente a la cooperación entre las empresas españoles y marroquíes y a la transición energética, será clausurado por los dos jefes de Gobierno. Por su parte, <strong>José Manuel Albares</strong> aseguró ayer, Durante un acto organizado por el Club Siglo XXI, que Ceuta y Melilla “son españolas y punto”, y, por lo tanto, no es necesario que Marruecos lo certifique durante la RAN, porque “a mí no me tiene que certificar ningún país la españolidad de Ceuta y Melilla ni la de Valladolid, Barcelona o Santiago de Compostela”. Asimismo, afirmó que el objetivo de la cumbre es asentar la relación bilateral “sobre bases mucho más sólidas” y que se “eviten esas crisis que parecía que España y Marruecos tenían cada equis años”. <h5><strong>Parlamento Europeo y Cembrero</strong></h5> La Reunión de Alto Nivel se produce también después de un episodio muy significativo de los pies de plomo con que ha decidido actuar el Gobierno español en todo lo referente a Rabat. Concretamente, <strong>los eurodiputados socialistas españoles votaron recientemente en el Parlamento Europeo en contra de una resolución crítica con la situación de los derechos humanos en Marruecos.</strong> El PSOE justificó su decisión en nombre de la “responsabilidad y en pro de unas relaciones bilaterales francas basadas en el diálogo y el entendimiento” y Sánchez se limitó a aclarar que su partido no compartía “algunos elementos” de la resolución y a insistir en la necesidad de mejorar las relaciones con Marruecos. Asimismo, varios partidos del arco parlamentario, desde PP a EH Bildu, se han interesado en las Cortes Generales o en el Parlamento Europeo por el “acoso judicial” a <strong>Ignacio Cembrero</strong>, periodista de <em>El Confidencial</em>. En abril de 2022, Rabat presentó una demanda civil contra Cembrero después de que éste publicase que el Gobierno de Marruecos podría estar implicado en el espionaje a los móviles de varios líderes españoles (entre ellos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el ministro de Agricultura y ex embajador en Rabat, Luis Planas; la anterior ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya; y la ministra de Defensa, Margarita Robles), e incluso a su propio teléfono móvil personal, a través del programa <em>Pegasus</em>, una “patata caliente” que el Gobierno español también ha hecho todo lo posible para quitarse de encima para no enfadar a Rabat. Hasta la fecha, la única respuesta del Ejecutivo a esta demanda marroquí es que “el Gobierno respeta la independencia de los procedimientos judiciales”.