El Consell de Govern aprobó recientemente el Proyecto de ley de modificación de la Ley 8/2014, del juego y las apuestas de las Islas Baleares, a propuesta del vicepresidente y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes.
La meta principal de esta modificación es ordenar la oferta de juego, en base a la construcción de un marco legislativo sólido que aporte entornos más seguros, así como la prevención de los efectos negativos que la actividad del juego pueda acarrear, y corregir las disfunciones que produce el crecimiento desordenado de este tipo de establecimientos.
Ante el crecimiento exponencial del sector del juego, tanto en su modalidad digital como presencial, con la aparición de una gran cantidad de establecimientos en las Islas Baleares, diversos estratos de la sociedad civil comenzaron a movilizarse con el fin de reclamar a las instituciones gubernamentales nuevos marcos regulatorios.
El Govern de las Illes Balears atendió esta demanda mediante la adopción de la medida legislativa del proyecto de modificación de la Ley del Juego. En ella se trata de buscar soluciones para aportar seguridad a todos los actores participantes de una industria que no cesa de crecer.
El auge del juego, especialmente en su modalidad digital, encuentra su razón de ser, entre otros motivos, por el impacto del Covid-19. El cierre de la mayoría de casas de apuestas y casinos físicos por considerarse establecimientos no esenciales llevó a la industria del juego a buscar nuevas vías de negocio dentro del ecosistema web. En la actualidad existen una gran cantidad de plataformas, como https://www.srcasino.es/, que ofrecen toda la emoción de las mejores experiencias de juegos de casino desde la comodidad de tu hogar.
Nuevas disposiciones en el juego
La reforma legal aprobada por el Consejo de Gobierno de las Islas Baleares incorpora disposiciones que persiguen diversos objetivos: la limitación de la concesión de nuevas autorizaciones de salas de juego en el territorio, la ampliación de las distancias entre las salas de juego y ciertos espacios dedicados en la educación y el recreo de menores de edad, o de personas vulnerables, o la prohibición de la publicidad y los actos de promoción de la actividad en todo el territorio de las Illes Balears, entre otras.
La norma establece, asimismo, la incorporación de un control electrónico de edad para el empleo de máquinas recreativas Tipo B, presentes en bares y restaurantes, ya que, si bien los establecimientos de juego cuentan con estrictos controles de edad, el uso de las máquinas de juego en establecimientos de hostelería no presenta estos controles.
Por último, la reforma sobre el juego en las Islas Baleares trata de replantear los artículos y los supuestos de infracciones muy graves, graves y leves, atendiendo a la experiencia acumulada, y, de este modo, unir con más fidelidad, los supuestos previstos en el articulado legal con los que realmente se producen en el ámbito del juego y las apuestas.
El juego, luces y sombras
Si bien es cierto que se hacen precisas medidas para mejorar el control del juego con el fin de aportar seguridad para todos los agentes implicados, con especial énfasis en los colectivos más vulnerables, la realidad es que los casinos no solo aportan efectos negativos.
Es importante tener en cuenta que la presencia de los casinos ayuda a la visibilización de la cultura, así como también contribuye en el tejido económico y productivo nacional, autonómico y local mediante la creación de puestos de trabajo y el aporte de ingresos a través de los impuestos.