Rafael Roncagliolo, entre Manuel Manrique y César Chiva./ Foto: Executive Forum
Alberto Rubio. 13/04/2016
Siete fortalezas y siete desafíos definen al Perú actual, según su embajador en España. Rafael Roncagliolo, en su intervención en los desayunos de Executive Forum, se mostró optimista sobre el futuro del país que el próximo 5 de junio elegirá a su nuevo presidente… o presidenta.
La posible elección de Keiko Fujimori como presidenta del país, tras ganar la primera vuelta de las elecciones, fue uno de los temas que más preguntas provocó, por parte de los empresarios asistentes, en el encuentro con el diplomático peruano.
Roncagliolo admitió que el gobierno de Alberto Fujimori tuvo «méritos y atrocidades» pero aseguró que «la candidata ha garantizado sus compromisos por escrito» y recordó que también la elección del actual presidente, Ollanta Humala, extendió la preocupación en el mundo empresarial y, sin embargo, «han sido cinco años de desarrollo muy positivos».
Rafael Roncagliolo identificó, precisamente el crecimiento económico sostenido de Perú como la primera de sus fortalezas actuales. Después mencionó la estabilidad política, la seguridad jurídica, la baja inflación, el crecimiento de la inclusión social, el incremento de los acuerdos de libre comercio firmados y la ubicación geográfica como «razones sólidas para seguir invirtiendo en Perú».
Los desafíos también son siete, según el embajador, para quien los objetivos deben ser fortalecer las instituciones públicas; derrotar a la corrupción y la delincuencia; consolidar la diversificación productiva; resolver el déficit de infraestructuras; reducir los niveles de informalidad y acelerar los trámites públicos; reducir la conflictividad social y mejorar la calidad educativa.
Roncagliolo -acompañado por el presidente de Sacyr, Manuel Manrique, y el director de Executive Forum, César Chiva– concluyó que todas las anteriores son «razones sólidas para seguir invirtiendo en Perú» y mostró su deseo de «seguir contando con las empresas españolas».