Ignacio Cembrero durante la presentación del libro./ Foto: TD
Eduardo González. 13/04/2016
El veterano periodista Ignacio Cembrero presentó ayer su libro La España de Alá, en el que analiza con detalle el crecimiento de la minoría musulmana en nuestro país e intenta comprender si este auge generará los mismos problemas que en otros, como Francia o Bélgica. Sus conclusiones, de momento, son optimistas.
De acuerdo con los datos del Padrón, según Cembrero, en España residen en la actualidad 1,9 millones de musulmanes (una cifra “un poco exagerada”) y todos los analistas coinciden en que el número va a seguir aumentando en los próximos años.
“Bienvenidos sean”, declaró durante la presentación del libro, en el Centro Internacional de Prensa de Madrid. “Evidentemente, ello conlleva problemas, pero en este continente envejecido necesitamos esa aportación joven, necesitamos quienes trabajen y paguen las pensiones”, añadió.
Con todo, este antiguo corresponsal de El País en Oriente Próximo admite en su libro que la presencia masiva de musulmanes podría ser un “caldo de cultivo” para el radicalismo y el yihadismo en algunos puntos de España, como las zonas periféricas de Cataluña (donde residen más de 500.000) o Ceuta y Melilla. “España es, después de Francia y Bélgica, el país de Europa en que las fuerzas de seguridad han desarrollado más operaciones antiterroristas”, recordó.
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Ignacio Cembrero advierte de que las áreas periféricas de Cataluña son un potencial “caldo de cultivo” del yihadismo
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No obstante, aseguró, “en España tenemos menos amenaza terrorista”. “En Europa, el caldo de cultivo suelen ser la segunda o la tercera generación de inmigrantes”, prosiguió. “La pobreza o la marginación no son determinantes, se trata sobre todo de un problema de identidad”, de personas que “no son de aquí ni de allí, a las que sólo les queda la religión como seña de identidad” y que, en ocasiones, “abrazan versiones de la religión equivocadas”.
“En España hay menos ese problema”, debido a que “tenemos pocos inmigrantes de segunda generación” y los musulmanes, en su mayoría de origen marroquí, “están más vinculados a su país de origen, ya sea porque llegaron hace poco o por la cercanía geográfica”, explicó Cembrero.
Asimismo, según el periodista, la islamofobia en España también “sigue siendo de baja intensidad, si la comparamos con otros países europeos”. “La conflictividad con las comunidades musulmanes es escasa, mientras que en el resto de Europa, salvo en Italia, es alta”, explicó Cembrero. “Está en auge, pero no hay proporción con Bélgica, Francia o Reino Unido; pero hay que estar alerta”, advirtió.