PANAMÁ, ¡PURA VIDA! – Artículo de Alberto Barciela, Director del Congreso de Editores de Medios UE- América Latina

Hasta los tópicos se hacen hermosos una vez Cupido ha lanzado la flecha sin heridas, que en Panamá se hace Canal y enamora a América, la hace unión, lazo entre océanos, entre mundos, llave, encrucijada global. Su historia es “la del mundo entero”, como dijo Ricardo J. Alfaro (1882-1971), jurista, político y diplomático local.

Hoy es más necesario que nunca detenerse y mirarse a los ojos, observar a Panamá como esa pieza del puzle geográfico que supone un equilibrio en vanguardia, con sus lógicos vaivenes, y avatares, siempre con esa parsimonia hermosa que José Santos Chocano saludó como “maravillosa puerta de América”, para alertar ese mundo -él habla de la “ciudad”- de tránsito que “se recuesta apenas en la filosofía que le dictan, desde las páginas del Kempis, sus ondas y sus velas, pregonando la verdad pasajera de las cosas humanas.”

Sí, en un ejercicio de síntesis, Panamá se puede constreñir en diez palabras: canal, tránsito, cintura -entre océanos-, conectividad, puente -geológico-, crisol -mezcla razas y culturas de todo el mundo-, biodiversidad, dólar, Balboa, metrópolis. Mas uno corre el riesgo de perder en lo acotado un inmenso vocabulario de matices lingüísticos, necesario para definir paisajes de indescriptible belleza, y, lo que resultara más significativo, de caracteres únicos. Panamá es diversidad, mezcla, movimiento, un espacio en el que personas, formas de ser, pensar, entender, bienes e incluso especies biológicas convergen y se mueven constantemente, un punto neurálgico que enlaza el Norte, Centro y el Sur de América, en una visión poliédrica y global. Rica en toda diversidad, genuina a la vez, un fractal coherente con su historia que navega en la corriente de lo tiempos, explora posibilidades, ofrece seguridad, oportunidades y se convierte en un centro neurálgico de negocios. !Pura vida!

El lugar en donde el mundo ha dado en llamarse Panamá es el país más avanzado de América Central, el tercero latinoamericano más competitivo según el Foro Económico Mundial. Es bien conocido, además de por su Canal Interoceánico, una de las maravillas tecnológicas del mundo, por su Área Bancaria, y por su Zona Libre, que ofrece una amplia plataforma de servicios marítimos, comerciales, inmobiliarios y financieros. Es un paraíso tropical precioso y exótico, a dos horas y medias de Miami, situado en una franja estrecha de tierra continental -y 1600 islas- que conecta seres, territorios y océanos. Como bien dijo el escritor y ensayista mexicano Carlos Fuentes, “nos encontramos en una tierra que ha sido el puente del mundo y la unión de los mares; la historia y la geografía han dictado su destino.»

Existen varias versiones sobre su significado y referencias asignadas al nombre Panamá, sin embargo son comúnmente aceptados los significados «abundancia de peces o abundancia de mariposas». Algunos historiadores atribuyen el nombre al árbol conocido en el país como “panamá”, y reconocido en otros países como “camoruco”, de frondosa sombra y muy común en el área, bajo el cual se reunían familias aborígenes. Bajo esa sombra hospitalaria nos acogerá el periódico La Prensa en los próximos días, hablaremos en su I Foro Internacional de Economía, bajo la atenta supervisión de esa dama del periodismo internacional que es Rita Vásquez y el grupo de Editores de Europa América Latina Caribe, presididos por Jesús González Mateos, lo haremos en La Cámara de Comercio de Panamá, y allí nos encontraremos los comunicadores y expertos con autoridades americanas y europeas, locales y universales, demostrando que la palabra encauzada en el diálogo sereno, experimentado y respetuoso es el mejor vínculo para una puesta en común en este viaje por un mundo convulso.

Alberto Barciela

Periodista

Salir de la versión móvil