La Embajada de Hungría muestra todos los sabores del Palinka

Toda una diversidad de Palinka estuvo preparada para ser saboreada por los invitados. /Foto: JDL.

Juan David Latorre

 

El pasado viernes, la Embajada de Hungría, con su embajadora Katalin Tóth al frente, ofreció una fraternal y agradable cata de la bebida típica húngara, el Palinka.

 

Diplomáticos de todo el mundo de misiones diplomáticas en Madrid y amigos de Hungría se dieron cita en Bar Holy Drop y probaron los variados y exquisitos sabores de este whisky.

 

Palinka (en húngaro, pálinka; en rumano, palincă) es una bebida alcohólica tradicional de Hungría, Transilvania y Voivodina.​ Se hace a partir de varios tipos de frutas; el más común es de ciruela, pera, albaricoque o melocotón. También se puede hacer de manzana, cereza, bayas o membrillo.

 

Otras variedades se hacen de miel, frutos de rosal o brisa. Puede alcanzar en su elaboración entre un 16 a 90 % de alcohol.

 

Desde 2002, el palinka solo recibe este nombre si se ha hecho al 100 % con frutos o hierbas de la cuenca de los Montes Cárpatos y crecidos en Hungría o de una brisa de Hungría y no tiene aditivos artificiales, embotellado en Hungría y con un grado alcohólico entre 37,5 % y 86 %.

 

Palinka es una denominación de origen protegida ante la Unión Europea desde el 13 de febrero de 2008.​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​ También cuenta con registro ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual desde 22 de junio de 2021.​

 

 

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