<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) cumplió, el pasado 26 de octubre, 75 años de trayectoria, lo que le convierte en la organización decana de la cooperación iberoamericana. Con sede central en Madrid, es actualmente el organismo internacional con mayor presencia física e impacto en la región, con una media de 11 millones de beneficiarios directos en el último lustro. </strong></h4> Fundada con el nombre de Oficina de Educación Iberoamericana en el I Congreso Interiberoamericano de Educación, celebrado en Madrid en 1949, “la OEI llega a sus bodas de brillantes como la organización decana de la cooperación iberoamericana con la mayor expansión de su historia e importantes logros en beneficio del desarrollo y la integración de Iberoamérica”, según indicó esta semana la organización en una nota de prensa. Entre estos logros, el más reciente de todos, la concesión del Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2024, entregado el pasado 25 de octubre en Oviedo por la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, al secretario general de la organización, Mariano Jabonero. El premio reconoció la labor de la OEI que, “desde su fundación, ha desempeñado una fructífera labor de fomento del multilateralismo iberoamericano y un puente en las relaciones entre Europa e Iberoamérica”. “La cooperación y el multilateralismo son señas de identidad de una organización que busca la cohesión de la comunidad iberoamericana de naciones”, apuntó la Princesa de Asturias, durante la ceremonia de premiación. Según la nota de prensa, gracias a sus programas e iniciativas de alto impacto en las últimas décadas, la organización ha contribuido a la drástica reducción del analfabetismo en Iberoamérica, como lo demuestran los resultados de los planes iberoamericanos de alfabetización implementados desde 1992 o proyectos como ‘Luces para Aprender’, que, hasta 2016, dotó de electricidad y conectividad a 55.000 escuelas rurales de la región, colocando los cimientos para impulsar un proceso de digitalización educativa que se vio incrementada años después en toda la región por causa de la pandemia de coronavirus. Actualmente forman parte de la OEI 23 Estados (Andorra, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela), además de varios países y organismos observadores. Así, la OEI representa una de las redes de cooperación más grandes del mundo con trabajadores de 21 nacionalidades. “Sin la OEI, difícilmente se puede entender la cooperación de las últimas siete décadas en la región”, aseguró la organización. Desde 2020, la OEI ha impactado en la vida de 11 millones de personas que se benefician de los cerca de 600 proyectos que cada año se gestionan en promedio. De ellos, más de medio millón corresponden a estudiantes atendidos, más de 60.000 a profesores formados y más de 4.500 a gestores culturales y artistas que son beneficiarios directos de las iniciativas que se ponen en marcha en las diferentes líneas de trabajo de la organización: educación, ciencia, cultura, derechos humanos, lenguas, formación y digitalización. En 2020 se lanzó un Programa Iberoamericano de Transformación Digital que ha acompañado a los países de la región en su proceso de digitalización educativa, al tiempo que también puso en marcha ‘Universidad Iberoamérica 2030’, una macro estrategia para dotar a la región de un espacio compartido de investigación y trabajo que contribuya a la calidad y al progreso de la educación superior regional. En el ámbito de la cultura, la OEI ha abanderado los estudios sobre cultura digital y la protección de la creación artística iberoamericana en contextos digitales. Por otro lado, la organización ha fomentado la puesta en valor del español y el portugués como lenguas de ciencia y cultura, y ha impulsado desde 2021 un Programa Iberoamericano de Derechos Humanos, Democracia e Igualdad, con el que busca implementar estrategias que, desde la educación ética y en valores, contribuyan a hacer frente a la desafección democrática en la región, a la vez que ha apostado por robustecer la oferta formativa relacionada con la cooperación internacional a través de metodologías vanguardistas que desarrolla desde su Instituto Iberoamericano de Formación.