Óscar Ruiz
Experto en Migraciones y Analista Internacional
Decía algún estratega militar que en combate todo el mundo tiene un buen plan hasta que suena el primer disparo, y eso parece ser lo que le ha ocurrido al gobierno de la nación con esta catástrofe brutal, en la que todavía se están buscando a muchos desaparecidos y el número de víctimas no deja de aumentar. Ningún país está preparado para una tragedia de esta magnitud, pero parece que el ejecutivo no ha sabido coger al toro por los cuernos y está funcionando a base de parches y exabruptos.
El Ejército, una de las organizaciones más valoradas en este país, está dispuesta desde el minuto uno, pero, las ganas de ayudar, la preparación, el entrenamiento y el material disponible se han topado de nuevo con la política, que con estas actuaciones, titubeos e intereses partidistas está multiplicando el dolor de los afectados, y de todos los españoles.
Por otra parte, tenemos que ser conscientes del nivel de desinformación que implican estas tragedias, ya sea con bulos interesados o con estrategias políticas para minimizar el verdadero impacto de la situación, o bien maximizarlo mediante fake news para debilitar al oponente político, por lo que toda información sobre este hecho debe mirarse con pensamiento crítico.
La brutal depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), que ha provocado lluvias torrenciales e inundaciones catastróficas sin precedentes en Europa en lo que va de siglo por ninguna otra gota fría, con, por ahora, 211 fallecidos en la región (cifra actualizada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su declaración institucional de este sábado por la mañana, tras reunirse con el Comité de Crisis), con todavía incalculables desaparecidos y enormes daños materiales y que ha afectado de manera especialmente trágica a localidades como Paiporta, Torrent, Chiva, Cheste, Alfafar, Benifayó y Alcudia.
Medios militares desplegados por la DANA
La Unidad Militar de Emergencias (UME) es el principal componente de las Fuerzas Armadas destinado a actuar en catástrofes naturales. La solicitud se canaliza a través del Ministerio del Interior, que evalúa la situación y, si procede, coordina con el Ministerio de Defensa la activación de la UME. Este procedimiento garantiza una respuesta rápida y eficaz ante emergencias que requieren recursos adicionales.
Además, se han incorporado 250 militares adicionales, principalmente de unidades de ingenieros, para apoyar en tareas de reconstrucción y acceso a zonas aisladas. El Ejército del Aire ha desplegado helicópteros NH90 para operaciones de rescate aéreo.
En un primer momento, se enviaron a las zonas afectadas 1.200 militares de la UME, a los que este viernes comenzaron a sumarse 500 militares más (300 proceden del Ejército de Tierra, 100 del Aire y 100 de la Armada), según informó ayer Margarita Robles (después de unas presiones sociales brutales). Están desplegados en Utiel, Requena, Ribarroja, Torrent, Paiporta y Algemesí.
No obstante, el propio Pedro Sánchez ha reconocido este sábado en su declaración institucional que la respuesta que se está dando «no es suficiente» ante la magnitud de la catástrofe natural. Por eso, ha celebrado que el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, haya decidido elevar de 500 a 5.000 su petición de efectivos militares. Según ha anunciado Sánchez, el Ejecutivo va a enviar inmediatamente a estos 5.000 nuevos efectivos militares (4.000 llegarán hoy mismo y los otros 1.000 el domingo a primera hora), así como otros 5.000 policías nacionales y guardias civiles, «duplicando la cifra» de agentes trasladados hasta ahora a las zonas afectadas.
Además, ha ordenado desplegar un buque anfibio de la Armada, con quirófanos y una flota de vehículos de apoyo que arribará en el puerto de Valencia en las próximas horas.
«Estamos hablando del mayor despliegue de efectivos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado de las Fuerzas Armadas que se haya hecho jamás en nuestro país en tiempos de paz», ha enfatizado el presidente del Gobierno.
Pero hasta el momento el descontrol es absoluto. Por ejemplo, los 100 elementos de la Armada en la zona son Infantes de Marina que se encontraban realizando unas maniobras en Chinchilla y los han mandado a la zona afectada con lo puesto, careciendo de cualquier material para poder ayudar. Mientras tanto en la misma zona se encuentran:
- Mando de Transmisiones (Valencia).
- Regimiento operaciones de información (Valencia).
- Regimiento Caballería Lusitania 8 (Marines-Valencia).
- Regimiento Infantería Paracaidista Zaragoza 5 (Alcantarilla Murcia).
- Batallón de Policía Militar (Betera Valencia).
- Brigada Logística (Zaragoza).
- IGE (Barcelona).
- Brigada Aragón I (Zaragoza).
- Brigada Rey Alfonso XIII II La Legión (Almería).
- Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra.
- Mando de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra.
- Tercio de Levante de Infantería de Marina (Cartagena).
- FUGNE Armada (Cartagena)… y algunos más que ahora no me vienen a la cabeza y que podrían haber estado desplegados con importante material desde casi el minuto uno.
Además, la Casa Real ha enviado a Valencia 42 agentes del Servicio de Seguridad del Rey que se suman a los 100 efectivos enviados este pasado jueves. Y Margarita Robles también confirmó ayer que habrá militares ayudando en todos y cada uno de los pueblos afectados.
Según ha admitido hoy Sánchez, «la ayuda está tardando en llegar a muchos puntos y aún hay casas y garajes bloqueados, municipios anegados y mucha gente desvalida».
DANA: ¿Por qué el Gobierno no ha subido el nivel de la emergencia a nivel 3?
Aquí es donde radican gran parte de las críticas al gobierno y es que en el marco de la Protección Civil en España, los niveles de emergencia se definen como:
– Emergencia de Nivel 2 es de “interés autonómico,” lo cual significa que la gestión de la emergencia recae sobre la comunidad autónoma. En este nivel se considera que el desastre o evento puede ser controlado con recursos autonómicos, aunque, cuando es necesario, se puede solicitar apoyo de recursos estatales, como la Unidad Militar de Emergencias (UME) y otros cuerpos de las Fuerzas Armadas.
Este nivel permite a las autoridades regionales mantener el control directo de la situación, evitando la centralización y posibles complicaciones derivadas de la coordinación intergubernamental.
– La Emergencia de Nivel 3 o de “interés nacional” se declara cuando la magnitud del desastre es tal que la capacidad de respuesta autonómica se ve superada y es necesario que el Gobierno central asuma la gestión directa. En este caso, el Gobierno de España, a través del Ministerio del Interior, tomaría el control de las operaciones y se convierte en la autoridad principal de mando y coordinación. Esto es precisamente lo que tendría que haber ocurrido con esta DANA desde el primer día, cuando se vio la inmensidad de la tragedia, pero este hecho sigue sin ocurrir, recordándonos los primeros meses de la pandemia Covid.
El paso del nivel 2 al nivel 3 supone la movilización de recursos a nivel estatal y el posible despliegue adicional de la UME y otras unidades de las Fuerzas Armadas; la coordinación unificada bajo el Gobierno central, lo que permite una respuesta más amplia y estructurada, especialmente en catástrofes de impacto nacional o internaciona, y la posibilidad de activar ayudas internacionales, bien sea a través del Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea u otros acuerdos internacionales, para cubrir necesidades de recursos que excedan la capacidad nacional.
La implicaciones para el gobierno de subir a Nivel 3
El paso de una emergencia de nivel 2 a nivel 3 tiene varias implicaciones técnicas para el gobierno, como son la centralización de la Respuesta, pues la gestión pasa a depender del Gobierno central, lo cual implica que las autoridades autonómicas pierden el control operativo directo. Así mismo, la elevación de una emergencia a nivel 3 implica reorganizar los recursos y la estructura de mando, lo que puede generar una burocratización mayor en el proceso de respuesta; esta centralización puede también ralentizar la toma de decisiones si no se implementa una coordinación adecuada.
Y, claro está, también cabe citar las implicaciones políticas. Y es que elevar una catástrofe a nivel 3 puede ser una decisión controvertida, ya que supone reconocer una situación de excepcional gravedad que sobrepasa la capacidad de respuesta regional. Los gobiernos pueden evitar esta declaración para mantener la percepción de control y evitar la imagen de dependencia excesiva del Gobierno central.
Tampoco podemos olvidar que el nivel 3 también abre puertas a fondos de emergencia, ayudas internacionales y otros recursos que pueden implicar mayores compromisos presupuestarios. Además, puede requerir que el Gobierno dé explicaciones sobre la situación, lo que puede implicar presión pública y mediática.
Aunque el nivel 3 permite una respuesta más amplia, también centraliza la gestión y podría llevar a tensiones administrativas y políticas entre el Gobierno central y autonómico. Esto podría explicar por qué, en ocasiones, las autoridades prefieren gestionar la emergencia en nivel 2 siempre que sea posible, manteniendo la coordinación a nivel autonómico para preservar la autonomía de gestión y reducir la burocracia adicional asociada al nivel nacional.
La gravedad de la situación en la Comunidad Valenciana no parece haber sido suficiente para que el Gobierno decida elevar la emergencia al nivel de interés nacional y está tardando demasiado en utilizar una de las herramientas más útiles y decisivas para estos casos, el Ejército.
Para el Partido Popular, según considera en una nota informativa recogida este sábado por Europa Press, la DANA es una «emergencia de interés nacional» y así debería haberla declarado el Gobierno en «la tarde noche del martes 29 de octubre», asumiendo su parte de responsabilidad en las acciones preventivas y de alerta a la población.
Margarita Robles, por su parte, ha afirmado no saber si se debía haber declarado la emergencia nacional, al tiempo que ha reconocido que «todo el mundo» se ha visto superado por la magnitud de la tragedia. Y este sábado Pedro Sánchez ha descartado dar el paso de subir la emergencia nacional al nivel 3, al menos por el momento.
«No se trata ahora de que la Administración General del Estado reemplace a la autonómica. Ahora hay que apoyar a la comunidad autónoma, ayudarla con recursos y orientación técnica. Eso es lo único que nos debería preocupar ahora», ha manifestado el jefe del Ejecutivo, quien ha hecho un claro llamamiento a Mazón y le ha pedido que «si necesita más recursos» los solicite porque «solo hay que priorizarlos» y «se los suministraremos inmediatamente”.
A pesar de las explicaciones técnicas que da el ejecutivo para no aumentar el nivel de emergencia, la sensación de la población es que están intentando minimizar la onda expansiva de la tragedia y que no se están usando todos los recursos posibles, y los que se usan, de forma demasiado lenta. Además no se están coordinando las ayudas voluntarias por parte de los mismos ciudadanos y del sector privado que han ofrecido su soporte a la Comunidad Valenciana o bien en forma de capital humano o en medios necesarios para recuperar a personas que están atrapadas y que su supervivencia depende quizás de las próximas horas. Todo esto y más, nos lleva a una realidad indiscutible, esta es una emergencia de interés nacional, y por lo tanto se debería subir ya a nivel 3, centralizando y derivando todos los recursos necesarios de la nación a las zonas afectadas.