Andrea Chamorro
Analista de la Fundación Alternativas
El presidente senegalés, Diomaye Faye, anunció en septiembre, seis meses después del inicio de su mandato, la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas.
En marzo de 2024, el partido Patriotas de Senegal (PASTEF) ganó las presidenciales y Faye fue investido presidente. El camino hacia la presidencia no fue fácil para el partido, ya que el entonces presidente, Macky Sall, no estaba dispuesto a ceder el poder. Pero la difícil situación económica y social había afectado negativamente su popularidad. En las legislativas de 2022, que conformaron el actual Parlamento, la coalición Unidos en la Esperanza, liderada por Sall, fue la primera fuerza política, pero perdió la mayoría absoluta. Mientras tanto, la coalición Libera al Pueblo, de Ousmane Sonko, cuadruplicó su número de escaños.
El partido PASTEF fue ilegalizado y sus principales dirigentes encarcelados, lo que provocó fuertes manifestaciones que fueron duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad. En un último intento de mantenerse en el poder, el presidente Sall pospuso las elecciones, lo que reavivó las protestas y fue posteriormente rechazado por el Tribunal Constitucional. Estos acontecimientos fueron inéditos en Senegal, un país que presume de ser el más estable del continente africano. Finalmente, las elecciones se celebraron sólo dos semanas después de la fecha original, y se produjo un traspaso pacífico de poder.
El nuevo gobierno se presentó a las elecciones con un programa muy ambicioso que incluía reformas estructurales. Hasta el momento, el ejecutivo de Faye ha intentado implementarlas y ha logrado importantes avances. Sin embargo, se ha encontrado con una fuerte oposición parlamentaria que le ha impedido aprobar algunas de sus principales propuestas. En septiembre se celebró en el Parlamento la votación sobre la reforma constitucional que implicaba la disolución del Consejo Superior de Gobiernos Regionales y del Consejo Económico, Social y Ambiental, una de las promesas electorales del PASTEF. Sin embargo, esta reforma fue rechazada por la mayoría. Posteriormente, el presidente cesó a los presidentes de ambos órganos. Además, la coalición opositora presentó una moción de censura contra el gobierno de Faye, que fue bloqueada con la convocatoria de una sesión extraordinaria en la asamblea.
Este mismo año, el país comenzó a producir petróleo por primera vez, con el objetivo de alcanzar los 100.000 barriles diarios destinados a la exportación y el consumo interno. El presidente senegalés ha prometido beneficios para el país, aunque la compañía senegalesa Petrosen solo tiene una participación del 18%, mientras que la australiana Woodside posee el resto.
Asimismo, el gobierno ha prometido luchar contra la desigualdad social, un proyecto que requiere importantes inversiones y que se ha vuelto cada vez más urgente debido a la inflación en productos de primera necesidad. Aunque el ejecutivo ha intentado otorgar subvenciones, estas han resultado insuficientes. Otra de las medidas más destacadas en estos meses ha sido la regularización de los vendedores ambulantes, una iniciativa que ha sido recibida tanto con aceptación como con críticas. En este contexto, se entiende la necesidad de convocar elecciones anticipadas para facilitar la gobernabilidad y aprovechar el entusiasmo popular por el nuevo gobierno, con el objetivo de lograr una mayoría parlamentaria antes de que su popularidad comience a desgastarse.
La situación en Senegal es de vital importancia para España, ya que es uno de los principales puntos de salida de migrantes hacia Canarias. Faye se ha mostrado dispuesto a colaborar en la reducción de las salidas de cayucos. Los naufragios de embarcaciones en aguas senegalesas, como el ocurrido en septiembre que dejó cuarenta muertos y cuarenta desaparecidos, han despertado la indignación popular, y el gobierno ha prometido una lucha incansable contra las mafias de tráfico de personas. Se ha solicitado la colaboración ciudadana para detenerlas, ofreciendo un teléfono gratuito para denunciar estos actos. El tema migratorio es sumamente complejo y no afecta solo a Senegal, ya que la situación en el Sahel y el Golfo de Guinea es cada vez más inestable. El resultado de las urnas el próximo 17 de noviembre será clave para determinar la capacidad del gobierno senegalés de llevar a cabo su programa y transformar el país.