Hasta el próximo 17 de noviembre, la Fundación Casa de México presenta la exposición Dos líneas (fe), una serie del artista conceptual mexicano Stefan Brüggemann que alude a nuestra herencia cultural, el poder de los símbolos, la religión y la historia, combinando referencias al arte sacro y al muralismo mediante obras de gran formato.
De los cinco lienzos que se exponen en esta muestra, comisariada por Mathieu Copeland, cuatro están recubiertos con hoja de oro, uno con plata y en todos ellos aparecen cruces pintadas con aerosol. Estas aparentan ser dos simples líneas que se cruzan pero, en ocasiones, esta encrucijada es tan fortuita como los dos linajes, el indígena y el español, que se encontraron para conformar la herencia cultural de México.
Cada lienzo lleva un año en su título: 30, 1492, 1806, 1821 y 1830. Estos actúan como marcadores silenciosos de algún momento significativo en la historia, la religión y la cultura. Como pieza central, Dos líneas (fe) (1821), presenta una cita de San Agustín en latín, pintada con aerosol, que expresa: “La fe es creer lo que aún no ves y su recompensa es ver lo que crees”.
Y reflejadas en un techo de espejo, las pinturas se duplican al convertir las dos líneas en cuatro. Este efecto hace alusión a la crucifixión de San Pedro, quien pidió ser sacrificado boca abajo, ya que se sentía indigno de morir de la misma manera que Cristo.