<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <strong>La Princesa Ana de Inglaterra entró este viernes a Gibraltar desde territorio español, a través de la Verja que separa la colonia británica de La Línea de la Concepción, debido a que el avión de British Airways en el que viajaba desde Londres al Peñón tuvo que ser desviado al aeropuerto de Málaga a causa de la niebla.</strong> <strong>El Gobierno</strong> español, que, al parecer, no ha presentado ninguna queja formal al Reino Unido por esta nueva visita de la hermana de Carlos III a Gibraltar, <strong>facilitó, además, su desplazamiento por carretera desde Málaga </strong>al Peñón. Su llegada estaba prevista para las tres de la tarde, pero el contratiempo hizo que no llegará hasta poco antes de las siete de la tarde a Gibraltar. En el mismo avión viajaba la ex primera ministra británica, Theresa May, que participó en el Festival Literario Internacional de Gibraltar, del que Ana de Inglaterra es patrona. EL Ministerio del Interior facilitó también el paso por la Verja de la comitiva, que fue recibida en el exterior del aeródromo gibraltareño por el <strong>gobernador británico, David Steel, y por el ministro principal, Fabian Picardo.</strong> El desvío de aviones con destino Gibraltar a Málaga, debido al mal tiempo, es algo bastante frecuente en los últimos tiempos, pero plantea algunos problemas, ya que los pasajeros, procedentes de un país que no forma parte ya de la Unión Europea, llegan a territorio Schengen sin la necesaria documentación y no hay una plena garantía de que su destino final sea el Peñón. <strong>Ana de Inglaterra y su marido, el vicealmirante Timothy Lawrence</strong>, han viajado a Gibraltar para participar en el <strong>Festival Literario Internacional</strong> que se celebra estos días en la colonia. En la noche del viernes participaron en su inauguración y tienen previsto regresar a Londres este sábado, a última hora de la mañana. Si persistiera el mal tiempo en el Estrecho, lo harían también a través de Málaga. La visita de Ana de Inglaterra a Gibraltar es acogida con entusiasmo por las autoridades gibraltareñas, que ve la presencia de miembros de la Familia Real como una consolidación de la soberanía británica sobre el territorio. Por el contrario, causa malestar en el Ejecutivo español que, sin embargo, en esta ocasión, ha decidido no manifestar de manera oficial una queja a Londres. Esa actitud contrasta con la mantenida en las últimas visitas de Ana de Inglaterra a Gibraltar -en 2004, con motivo de los 300 años de la presencia inglesa en el Peñón, y, posteriormente en 2009-, en las que sí hubo protestas formales a Londres. En 2009, participó a lo largo de tres jornadas en diversos actos, uno de ellos la inauguración del Princess Royal Medical Centre, un hospital bautizado así en su honor y construido sobre el istmo que une el Peñón con la Península Ibérica, territorio que España no cedió a la Corona británica por el Tratado de Utrecht, y del que el Reino Unido se apropió en el siglo XIX. Esa circunstancia provocó un mayor malestar en el Gobierno español, que entonces presidía José Luis Rodríguez Zapatero, y que calificó de “inoportuno” el desplazamiento, subrayando que era algo que hería la sensibilidad de la población española.