<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital en funciones, Nadia Calviño, tendrá que esperar para conseguir su nombramiento como presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) después de que los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) reunidos esta semana en Santiago de Compostela (en Galicia, su tierra natal) hayan optado por aplazar la votación a la espera de que se alcance un mayor consenso. </strong></h4> <strong>Nadia Calviño figura entre las favoritas para conseguir el cargo</strong>, pero la lucha por la presidencia del BEI se muestra especialmente complicada. <strong>Su principal rival es la vicepresidenta y comisaria europea de Competencia, la danesa Margrethe Vestager,</strong> quien pidió recientemente una excedencia temporal en la Comisión Europea para centrarse en su candidatura, pero hay otros tres candidatos: la polaca y vicepresidenta del BEI Teresa Czerwinska, el exministro italiano vicegobernador del Banco de Italia Daniele Franco y el sueco y también vicepresidente del BEI Thomas Östros. Quien consiga ganar la elección sucederá al alemán Werner Hoyer, cuyo mandato expira a final de este año, y asumirá el cargo el 1 de enero de 2024. El propósito de Calviño era que la votación se efectuase durante la reunión informal del Consejo de Ministros de Economía y Finanzas (Ecofin), que se celebra desde ayer y concluirá hoy en la capital gallega. No obstante, según declaró ayer a la prensa <strong>el ministro belga de Finanzas y presidente de turno del BEI, Vincent Van Pethegem, los participantes en el encuentro han optado por “no forzar el proceso”</strong> y por intentar acordar “un candidato de consenso”, un punto en el que “no creo que estemos todavía”. Según Pethegem, se trata de cinco candidatos “fuertes” y, por tanto, lo aconsejable es dejar pasar un tiempo para que se puedan llevar a cabo las “consultas informales” que deberían culminar en el nombramiento del nuevo presidente del BEI. En todo caso, precisó, su propósito es que el proceso avance “lo más rápidamente posible” porque “cuanto antes se encuentre un candidato, mejor”. Por todo ello, <strong>aunque el tema podría ser abordado en Santiago de Compostela, es muy improbable, salvo sorpresa, que se tome una decisión en la capital gallega y todo apunta a que se aplazará a futuros encuentros</strong>, como la próxima reunión formal de los ministros de Finanzas de la UE, que tendrá lugar en Luxemburgo a mediados de octubre. <h5><strong>Cuatro candidatos en Santiago</strong></h5> Es tal la competencia que, en un hecho bastante inusual, <strong>en Santiago de Compostela se han reunido cuatro de los cinco candidatos. </strong>Es el caso de Vestager, quien, a pesar de no ser ministra de Finanzas y de haber renunciado temporalmente a la Comisión Europea, se encuentra en Galicia como parte de la delegación danesa; o de Daniele Franco y Teresa Czerwinska, que no pertenecen al Ecofin. El único que no ha acudido ha sido Thomas Östros. En declaraciones a la prensa, Nadia Calviño valoró la presencia de cuatro de los candidatos en la reunión (ella incluida) porque permitirá conversar sobre este tema con los ministros europeos. No obstante, advirtió de que no sería ella quien abordase este asunto en Galicia porque <strong>“no me parece adecuado, teniendo en cuenta que presido estas reuniones del Ecofin informal y que nos encontramos en España y no solo en España, sino en mi tierra, en Galicia, aquí en Santiago de Compostela”.</strong> <strong>Para conseguir la presidencia del BEI se precisa el apoyo del 68% del capital del banco y de al menos 18 Estados miembros.</strong> Dado que la participación de cada Estado miembro depende de su peso económico en la UE en términos de PIB, para conseguir el cargo es imprescindible contar con el apoyo de las tres grandes potencias económicas de Europa y principales accionistas del banco, con sede en Luxemburgo: <strong>Alemania, Francia e Italia</strong>. España cuenta con el 11% del accionariado y estos tres países poseen el 19% cada uno. La suma de los cuatro países aseguraría, por tanto, el 68% necesario, al margen de lo que vote el resto. Al respecto, la ministra alemana, Christian Lindner, aseguró ayer que su Gobierno “no ha tomado todavía una decisión”. No obstante, todo apunta a que España habría conseguido el apoyo de Alemania a cambio de sacrificar el nombramiento de Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, como supervisora del BCE en favor de la alemana Claudia Buch. Por su parte, el francés Bruno Le Maire se limitó a responder que haría pública la postura de su país “más tarde”, sin más precisiones. La oposición de España a las centrales nucleares juega en contra del apoyo francés a Calviño y el propio Le Maire ha admitido que ningún candidato reúne todas las condiciones idóneas. Algunas fuentes han indicado que España podría haber logrado el respaldo de Italia a cambio de apoyar a Daniele Franco para la vicepresidencia del Banco Central Europeo, donde coincidiría con Luis de Guindos. El Banco Europeo de Inversiones (BEI), fundado en 1958 tras la entrada en vigor del Tratado de Roma que constituyó la Comunidad Económica Europea (CEE), constituye el principal brazo financiero de la UE y es uno de las mayores entidades de desarrollo a escala mundial. Tanto si gana Calviño como si lo hace Vestager (las dos principales candidatas), se trataría de la primera mujer al frente de la entidad desde su fundación hace 65 años. <strong>Para Calviño, esta candidatura es especialmente relevante tras sus fallidos intentos por dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras la marcha de Christine Lagarde al Banco Central Europeo (BCE) y por presidir el Eurogrupo, formado por los ministros económicos de la zona euro.</strong>