<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno de Gibraltar acusó ayer a España de “grave violación de la soberanía y la jurisdicción” después de que una patrullera del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) español entrara en “aguas territoriales británicas de Gibraltar” durante una persecución a un grupo de presuntos contrabandistas de tabaco. En su respuesta, el Gobierno español rechazó “tajantemente” estas acusaciones y las pretensiones sobre “una supuesta soberanía británica sobre el territorio y aguas de Gibraltar” y exigió “medidas eficaces contra el contrabando”.</strong></h4> El incidente comenzó hacia las cinco de la madrugada del jueves, después de que una pequeña embarcación neumática del SVA perdiera potencia en medio de un mar embravecido cerca de la playa de Eastern Beach mientras perseguía a una pequeña embarcación sospechosa de estar implicada en el contrabando de tabaco. Las olas empujaron a la embarcación del SVA hacia la orilla, donde los dos agentes que iban a bordo se vieron rodeados por numerosos individuos que les lanzaron piedras mientras intentaban en vano arrancar el motor. Los dos agentes sufrieron heridas, pero consiguieron reflotar la embarcación y remar mar adentro. Uno de los agentes tuvo que ser operado por fracturas faciales y se encuentra ingresado en el hospital Puerta del Mar de Cádiz, mientras que el otro tiene la nariz rota. Un vídeo que circula por las redes sociales parece mostrar al menos dos disparos durante el incidente, aunque no está claro cuándo se produjeron ni quién los efectuó. Una fuente policial declaró al diario <em>Gibraltar Chronicle</em> que, “probablemente”, se trató de disparos de advertencia efectuados por los agentes del SVA. Según informó ayer el Gobierno gibraltareño en una declaración conjunta, <strong>el gobernador británico en la colonia, David Steel, y el ministro principal, Fabián Picardo</strong>, se reunieron para estudiar el informe facilitado por la Policía Real de Gibraltar y por el servicio de Aduanas de Gibraltar en relación con el incidente, mientras que el Ejecutivo del Peñón está coordinando su respuesta con altos funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido en Londres y con el embajador británico en España, Hugh Elliott. <strong>“Mientras se siguen investigando los hechos del incidente, la incursión en las aguas territoriales británicas de Gibraltar, con funcionarios españoles desembarcando en territorio gibraltareño en Eastern Beach, es claramente una grave violación de la soberanía y la jurisdicción”</strong>, declaró el Gobierno de Picardo en una nota de prensa. “Los Gobiernos de Gibraltar y del Reino Unido consideran que los acontecimientos de ayer requerirán una cuidadosa evaluación en cuanto a la naturaleza y el nivel de la respuesta diplomática” y, por ello, “funcionarios del Reino Unido se pondrán en contacto con funcionarios españoles para pedirles explicaciones sobre esta violación de la soberanía de Gibraltar antes de tomar una decisión definitiva sobre las medidas a adoptar”, agregó. “Del mismo modo, de confirmarse que los funcionarios españoles dispararon sus armas en Gibraltar, dicha acción constituiría una infracción muy grave de la ley, además de ser imprudente y peligrosa, especialmente en una zona de alta densidad de población civil, dada la proximidad de una urbanización residencial”, prosiguió. Por otra parte, “la actividad ilegal de una banda de individuos aparentemente involucrados en actos ilícitos en Gibraltar es inaceptable para el Gobierno y representa una actividad que el Gobierno y las fuerzas del orden de Gibraltar no tolerarán”, añadió. <h5><strong>Exteriores rechaza “tajantemente” la “soberanía británica” </strong></h5> Por su parte, <strong>el Ministerio español de Asuntos Exteriores</strong> condenó ayer en un comunicado “la agresión sufrida por miembros del Servicio de Vigilancia Aduanera que intervenían en una operación de lucha contra el contrabando en territorio y aguas españolas cercanas al Peñón de Gibraltar, con resultado de heridas graves”, y exigió <strong>“medidas eficaces de lucha contra el contrabando que perjudica a toda la zona”</strong>, al tiempo que deseó a los agentes españoles su “pronta recuperación”. Asimismo, <strong>el Gobierno rechazó “tajantemente” los términos de la declaración conjunta emitida “por representantes del Gobierno británico en relación con el incidente, así como las pretensiones sobre una supuesta soberanía británica sobre el territorio y aguas de Gibraltar recogidas en ella”</strong>. “Este declaración resulta especialmente incomprensible en el momento en el que España ha puesto sobre la mesa un acuerdo para crear una zona de prosperidad compartida”, añadió. Tanto España como Reino Unido aseguran que las aguas que rodean al Peñón están bajo su soberanía. <strong>Londres considera que la soberanía británica abarca todo el territorio gibraltareño, incluidas las “aguas territoriales británicas de Gibraltar”, </strong>y, por tanto, niega que las aguas que rodean el Peñón sean españolas. Por su parte, <strong>Madrid ha asegurado reiteradamente que, por el Tratado de Utrecht de 1713, España cedió sólo las aguas del puerto de Gibraltar, pero no las que rodean el Peñón, por lo que considera que éstas permanecen bajo soberanía española</strong>. Esta discrepancia se ha traducido en frecuentes incidentes entre embarcaciones de los dos países y en notas verbales de protesta recíprocas. <h5><strong>Picardo: “El incidente más grave y peligroso en muchos años”</strong></h5> “Las pruebas que rodean este incidente revelan una grave violación de la soberanía británica y, potencialmente, el incidente más grave y peligroso desde hace muchos años”, declaró ayer <strong>Fabián Picardo</strong>. “Antes de reaccionar debemos, por supuesto, estar seguros de los hechos, pero los acontecimientos indican que la actuación de los funcionarios españoles es intolerable”, prosiguió. “Las fuerzas del orden españolas saben que pueden solicitar y contar con el apoyo de las fuerzas del orden gibraltareñas si necesitan continuar una persecución en Gibraltar, pero parece que no lo han hecho en este caso”, lamentó. “Seguiremos trabajando con nuestras fuerzas del orden para determinar los hechos y solicitaremos ayuda a España para ello”, aseguró Fabián Picardo. Asimismo, “trabajaremos conjuntamente con el Gobierno del Reino Unido para determinar la respuesta adecuada con respecto a estas acciones peligrosas y a la flagrante violación de nuestra soberanía británica por la presencia de funcionarios de las fuerzas del orden españolas en Gibraltar”, agregó. En todo caso, afirmó, “mientras seguimos esclareciendo los hechos, ayer (el jueves) me puse en contacto con mis homólogos españoles para interesarme por el bienestar de los agentes españoles en cuestión”.