Embajador José María Liu
Representante, Oficina Económica y Cultural de Taipéi en España
Las recientes declaraciones del nuevo embajador de la Unión Europea en Pekín, el español Jorge Toledo Albiñana, referidas a Taiwán, han despertado la preocupación de nuestro gobierno. Preguntado acerca de la posible reacción de la UE ante una eventual agresión de China a Taiwán, el nuevo embajador ha dicho que “la UE no defiende la independencia de Taiwán, sino la reunificación pacífica”. Hasta la fecha, la Unión Europea siempre se ha mostrado favorable al entendimiento entre ambos lados del Estrecho de Taiwán y al mantenimiento de la paz y la estabilidad en la zona de Indo-Pacífico, pero nunca se había referido a la reunificación o independencia de Taiwán.
En este asunto, la postura de nuestro gobierno ha sido siempre muy clara: la soberanía de Taiwán pertenece al pueblo de Taiwán y solo este puede decidir sobre su futuro. En su último discurso con motivo de la celebración del Día Nacional de la República de China (Taiwán), el pasado 10 de octubre, nuestra presidenta Tsai-Ing-wen estableció los “cuatro compromisos para Taiwán: (1) el compromiso duradero con un sistema constitucional libre y democrático; (2) el compromiso con que la República de China y la República Popular de China no deben subordinarse entre sí; (3) el compromiso de resistir la anexión o la invasión de nuestra soberanía; y (4) el compromiso de que el futuro de la República de China (Taiwán) se decida de acuerdo con la voluntad de los propios taiwaneses.
El Parlamento Europeo, por su parte, ha mostrado siempre, y de manera especial en los últimos tiempos, un claro y rotundo apoyo a Taiwán, hasta el punto de haber aprobado en 2021 un total de 13 resoluciones favorables a Taiwán, y en lo que va de este año 7 informes en el mismo sentido. Los dos últimos informes aprobados, del 5 y 6 de julio respectivamente, abogan, el primero, por una profundización de las relaciones económicas bilaterales entre Taiwán y la Unión Europea (UE), tratando de facilitar la futura firma de un Acuerdo Bilateral de Inversiones (BIA) en busca del beneficio mutuo para ambas partes. Y el segundo apoya la participación significativa de Taiwán, en calidad de observador, en las reuniones, mecanismos y actividades de los organismos internacionales dependientes de la Organización de Naciones Unidas (ONU), entre ellos la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL) y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Taiwán es un país soberano y democrático, y nunca ha sido parte de la República Popular de China. Bajo esta premisa, nuestro Gobierno va a continuar salvaguardando firmemente la soberanía, la integridad territorial y la seguridad nacional, y manteniendo la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán. Y para lograrlo confiamos firmemente en el apoyo de los países aliados y socios de ideas afines, como los Estados Unidos y la Unión Europea, para que paren los pies a la expansión hegemónica de China, que no cesa en su continua amenaza a Taiwán.
El propio nuevo embajador ha subrayado, más en consonancia con nuestro sentir, que en caso de una invasión militar, la Unión Europea impondría “medidas semejantes o incluso mayores a las que hemos tomado ahora con Rusia”. Y durante una reciente visita a Taiwán del 19 al 21 de julio, la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Nicola Beer, se ha pronunciado con rotundidad acerca de las amenazas de China contra Taiwán, y ha dicho que “no hay lugar para la agresión china en el Taiwán democrático». La vicepresidenta ha lamentado que Europa haya llegado tarde a Hong Kong y ha asegurado que “no llegará tarde a Taiwán”, insistiendo en que es hora de que Europa apoye a Taiwán, porque ambos somos miembros de una «familia de democracias».
De todos es sabido que, en esta vida, la ayuda más útil y necesaria proviene precisamente de amigos y familiares, por lo que mantenemos nuestra más absoluta confianza en que el apoyo de la Unión Europea hacia Taiwán continúe siendo tan sólido y estable en adelante, reforzando así la posición clave que ocupa Taiwán como primera línea de defensa de la democracia en Asia.
© Todos los derechos reservados