<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno español ha decidido contar de nuevo con una embajadora en Nicaragua, casi un <a href="https://thediplomatinspain.com/2021/08/el-gobierno-llama-a-consultas-a-la-embajadora-de-espana-en-nicaragua/">año después de haber llamado a consultas a su representante diplomática en Managua</a>, en una decisión que culminó un proceso de varios meses de discrepancias con el régimen de Daniel Ortega, según pudo saber <em>The Diplomat</em> de fuentes solventes.</strong></h4> <strong>Las autoridades españolas mantienen su posición crítica por la evolución de la situación en Nicaragua,</strong> donde Ortega ejerce cada vez una mayor represión sobre la oposición e impide, incluso, la actuación en el país de distintas organizaciones sociales y religiosas, hasta el punto de que recientemente llegó a expulsar a las Misioneras de la Caridad de la orden de Santa Teresa de Calcuta. Sin embargo, las fuentes consultadas señalaron que <strong>familiares de opositores y periodistas encarcelados</strong> por el régimen han hecho llegar al Ministerio español de Asuntos Exteriores, que, aunque agradecen la presión que suponen las medidas adoptadas por algunos países de retirar a sus embajadores, <strong>el riesgo es que deje de haber testigos en Nicaragua para que se conozca lo que sucede en el país.</strong> Por ese motivo, <strong>el Gobierno ha decidido enviar de nuevo a un representante diplomático al máximo nivel,</strong> después de que el 11 de agosto de 2021 llamase a consultas a la embajadora Mar Fernández-Palacios, dejando la Embajada en Managua a cargo de un encargado de Negocios y con unas relaciones muy escasas. El pasado 10 de marzo, <strong>el Gobierno de Nicaragua, por su parte, adoptó la decisión de<a href="https://thediplomatinspain.com/2022/03/nicaragua-retira-a-su-embajador-en-espana-por-amenazas-injerencistas/"> retirar a su embajador en Madrid, Carlos Midence,</a></strong> alegando que sufría “continuas presiones y amenazas injerencistas”. Al frente de la Embajada quedó como encargada de Negocios, la ministra consejera, Milagros Urbina. Las acusaciones de supuestas injerencias por parte de España -reflejadas en un duro comunicado de la Cancillería nicaragüense- estuvieron también en la raíz de la llamada a consultas de la embajadora española en Managua Ahora, <strong>el Ejecutivo español, sin renunciar a sus críticas a Ortega, opta por intentar normalizar la relación diplomática</strong> y para ello aprovecha que la embajadora <strong>Mar Fernández-Palacios acaba de ser nombrada para ponerse al frente de la Embajada de España en Brasil </strong>y, en consecuencia, su puesto en Managua ha quedado vacante. Así, según supo<em> The Diplomat</em>, las autoridades españolas solicitaron<strong> a Managua el plácet para nombrar nueva embajadora</strong> de España en Nicaragua y el Gobierno nicaragüense aceptó la propuesta. La elegida es la<strong> diplomática Pilar Terrén, que será nombrado hoy en el Consejo de Ministros.</strong> Pilar Terrén ingresó en la Carrera Diplomática en 2003 y <strong>desde hace seis años es la subdirectora general de Cancillería en el Ministerio de Asuntos Exteriores</strong>, y una persona bien conocida en todas las Embajadas acreditadas en Madrid. La nueva embajadora en Managua estuvo destinada en El Salvador y, en dos ocasiones, en México, una de ellas como cónsul adjunta. Además, trabajó en el departamento de Protocolo de la Presidencia de Gobierno y fue vocal asesora en la Subsecretaría de Asuntos Exteriores e Inspectora General de Servicios. El Gobierno, según las fuentes consultadas, <strong>confía en que el paso que va a dar facilite una normalización de las relaciones diplomáticas</strong>, si, a su vez, Daniel Ortega nombra un nuevo embajador o embajadora en Madrid, ya que el anterior, Carlos Midence, fue recientemente designado para hacerse cargo de la Embajada de Nicaragua en Argentina.