<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <strong>El embajador de Afganistán en España, Humayoon Rasaw</strong>,<strong> comunicó</strong> el pasado día 14 a las autoridades españolas,<strong> que dejaba su carg</strong>o, un mes después de la llegada de los talibanes a Kabul, según confirmaron a <em>The Diplomat</em> fuentes diplomáticas. Al frente de la Embajada se encuentra un encargado de Negocios y <strong>ninguno de los demás diplomáticos acreditados ha comunicado que dejaba el puesto</strong>. La noticia de la dimisión del embajador fue <a href="https://www.elconfidencialdigital.com/articulo/politica/dimite-embajador-afganistan-madrid/20210929165703280330.html?utm_medium=email&utm_source=Newsletter&utm_campaign=20210930&utm_term=Dimite%20el%20embajador%20de%20Afganist%5Cu00E1n%20en%20Madrid&utm_content=email">adelantada por <em>El Confidencial Digital</em></a>, que aseguró también que las secciones política, económica y cultural ya no funcionan. <strong>Se desconoce si Humayoon Rasaw</strong>, que presentó sus Cartas Credenciales al Rey en mayo de 2019,<strong> ha solicitado asilo político en España</strong> o va a optar por hacerlo en algún otro país europeo, donde al parecer tiene vínculos familiares. De acuerdo con la Convención de Viena sobre asuntos diplomáticos y consulares, a los diplomáticos se les permite trabajar en un Estado lo que dure su misión. Sin embargo, según las costumbres que se aplican en casos de ceses, dispone de un tiempo de en torno a dos meses, después de dejar su puesto, para permanecer en España, sin necesidad de hacer ningún tipo de solicitud de residencia o petición de asilo o refugio. Citando fuentes diplomáticas, presumiblemente afganas, <em>El Confidencial Digital</em> añadía: “Los empleados locales también han dimitido. Los que seguimos nos esforzamos por mantener la Embajada operativa. No representamos a nadie más que a nuestra gente y nuestro país”. Asimismo, indicaba que los talibanes han tratado de ponerse en contacto con los representantes afganos en España a través de una videollamada, pero que desde Madrid se rechazó la llamada. En la representación diplomática sigue ondeando la bandera tricolor representativa del régimen democrático, a franjas verticales con colores rojo, negro y verde. Esta misma enseña fue lucida en las manifestaciones de protesta que se iban produciendo en distintas ciudades de todo el mundo como símbolo de resistencia a los talibanes. Esta situación de confusión no solo se vive en la legación afgana en Madrid, sino también en las Embajadas de Afganistán en el resto de países de Europa, América, Australia y algunos asiáticos, se forma que están completamente desconectadas del Gobierno talibán y funcionan de forma autónoma.