<h6><strong>Ángel Collado</strong></h6> <h4><strong>El intento de Pedro Sánchez de hacerse vía moción de censura con el feudo electoral del Partido Popular, Madrid, se ha saldado en las elecciones autonómicas con su primer fiasco personal y estratégico desde que llegó al poder en junio de 2018.</strong></h4> <a href="https://www.elmundo.es/elecciones/elecciones-madrid/resultados.html"><strong>El PP, con Isabel Díaz Ayuso al frente, ha barrido a la izquierda en los comicios</strong></a> al reunificar el voto de todo el centro derecha a costa de la <strong>desaparición de Ciudadanos</strong> frente a un <strong>PSOE hundido</strong> hasta cosechar los peores resultados de su historia en la región y quedarse como <strong>tercer partido.</strong> Los comicios en la Comunidad de Madrid dan un giro importante a la política nacional en mitad de la legislatura al convertirse también en la <strong>primera muestra evidente del desgaste del Gobierno</strong> por la gestión de la pandemia pese al empeño de Sánchez en quedarse al margen. Los resultados <strong>revitalizan a una oposición que estaba en febrero contra las cuerdas</strong> y con el liderazgo de Pablo Casado cuestionado, hasta que Ayuso dio el paso de convocar a las urnas para frenar la moción de censura que preparaba la izquierda con Ciudadanos. La candidata del PP aceptó el reto que le planteaba Sánchez, encaró la campaña en clave nacional de choque con el jefe del Ejecutivo con el guión de contraponer su modo de hacer frente a la pandemia y a sus consecuencias económicas a la del líder socialista. <strong>El veredicto de las urnas ha sido contundente a favor de las menores restricciones al comercio y la hostelería</strong> que Ayuso aplicó en Madrid frente a las ensayadas en el resto de España. <strong>Sánchez</strong>, después de dejar en manos de las autonomías la gestión de la pandemia, lo que llamó “cogobernanza”, <strong>ha dejado a su partido en mínimos históricos</strong>, por detrás incluso de la extrema izquierda local agrupada en Más Madrid. El desgaste de Sánchez se hace patente en el propio electorado del PSOE, con trasvase directo de votos al PP y después de una campaña electoral marcada desde el propio gabinete de La Moncloa con bandazos constantes, desde marcar distancias con <strong>Pablo Iglesias</strong> a pedir su apoyo en la misma semana. También desconcertó a los electores al secundar al final los mensajes más extremos y guerracivilistas de sus socios podemitas en el Ejecutivo central. En el partido vencedor se impone la figura audaz y vencedora de Díaz Ayuso hasta colocar al PP al borde las mayorías absolutas que tuvieron en Madrid Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre entre 1995 y 2012. Los populares han liquidado a su competencia por el llamado centro político que decía representar Ciudadanos. La mayoría de Ayuso es tan amplia que <strong>no necesitará el apoyo de la extrema derecha (Vox)</strong>, limitada al 9 por ciento de los votos, para ser investida presidenta de la Comunidad. <strong>Pablo Casado</strong>, como promotor primero de Díaz Ayuso, su principal apuesta personal desde que llegó a la presidencia del PP, <strong>intenta aprovechar ahora el éxito de la candidata para relanzarse como jefe de la oposición y como alternativa de gobierno</strong>. <strong>Iglesias, que deja a Podemos como el último partido de la Asamblea de Madrid, aprovecha la derrota de la izquierda para confirmar su salida de la política.</strong> Su salida del Gobierno ya fue un alivio para el PSOE que tampoco ha servido de mucho a Podemos en Madrid.