Mohsen Vahedi
Analista de economía y política internacional
Desde enero de 2021, se ha abierta otra ventana para evaluar el comercio y la inversión entre Irán y la Unión Europea (UE). A pesar de que el aspecto político del acuerdo se ha salvaguardado desde entonces gracias a los intentos diplomáticos entre Irán y la UE/E3, las interacciones económicas se han visto gravemente afectado por las sanciones impuestas por Estados Unidos desde mayo de 2018. Con los cambios respecto a las nuevas perspectivas, podemos esperar una nueva etapa en las relaciones económicas en este año.
El negocio es uno de los factores que pueden impulsar las relaciones. Como economía importante a nivel comunitario, España tiene la capacidad de contribuir e incrementar su papel en los lazos entre la UE e Irán.
Las relaciones España – Irán
El regreso parcial de Irán a la economía mundial tras el acuerdo nuclear de julio de 2015 creó una condición notable para la inserción empresarial. El incremento del comercio entre Irán y España en 2016 fue reflejo de la visita de la delegación española encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores D. García-Margallo a finales de 2015. Posteriormente, la importancia estratégica del acuerdo nuclear fue otro motivo de que motivaron la visita del D. Dastis a Irán en febrero de 2018, y la reunión del D. Kharazi, secretario del Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores de Irán con el D. Borrel Fontelles en Madrid en junio del mismo año.
El siguiente gráfico representa el aumento sustancial en el valor del comercio bilateral en 2016 y 2018, estimulado por el levantamiento de las sanciones financieras y el auge del PIB de Irán. El aumento significativo de las importaciones masivas de Irán (línea amarilla) consistió principalmente en petróleo y productos petroquímicos. Las exportaciones manufactureras de España (línea azul) también experimentaron un aumento gracias a la subida de los ingresos de Irán y al aumento de la demanda de productos manufacturados intermedios para reactivar algunas industrias.
Como también se puede observar, la «presión máxima» sobre varios sectores de Irán, el fin de las exenciones petroleras para los compradores de petróleo y el bloqueo financiero impactaron la relación con Europa y España desde mediados de 2018 y a lo largo de 2019. La caída en el comercio bilateral continuó en 2020 por la crisis mundial del COVID-19.
También lo que sí es considerable es la resistencia de la industria iraní ante el colapso, que le permitió continuar el comercio con Europa. Esto, a su vez, es una noticia esperanzadora para fundamentar el futuro de las relaciones económicas independientes del sector petrolero.
Factores para fortalecer las relaciones económicas en 2021
Los signos positivos llevaron a la convocatoria del Foro Económico Europa-Irán del 1 al 3 de marzo de 2021, en el que participaron la Comisión Europea, el Centro de Comercio Internacional (ITC), la Organización de Promoción de Exportaciones de Irán (ITPO) y varias cámaras de comercio, incluida la de Irán-España. De cara a una nueva fase de inserciones post-covid y nuevas oportunidades en la economía iraní, también hay perspectivas de reforzar la presencia de España.
Las razones del desarrollo de las relaciones económicas con Irán pueden justificarse por la resistencia de su economía y las empresas productoras frente a las crisis. Con una población de 84 millones de habitantes con capital humano joven, ha hecho posible diversificar su estructura productiva y alejarse de la excesiva dependencia de los ingresos petroleros. Las producciones agrícolas y manufactureras iraníes han compensado una parte del brutal descenso de las exportaciones de petróleo y han garantizado la importación de materiales de Europa y España. A pesar de los obstáculos, la transición sectorial en curso de Irán le permite demandar una variedad de bienes intermedios y nuevas tecnologías.
Las estadísticas publicadas por el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) muestran que los productos más importantes que España ha exportado a Irán entre 2018 y 2020 son maquinaria, productos farmacéuticos, materiales eléctricos, papel y productos alimenticios, entre otros. Los dispositivos mecánicos son los bienes con mayor valor y participación, cuya exportación ha disminuido alrededor de un 50% en los últimos dos años. Por otro lado, España ha importado productos agroalimentarios de Irán (especialmente té, azafrán y otras hierbas medicinales), frutos secos, productos metálicos y plásticos, entre otros.
Para los próximos años, Irán planea desarrollar algunas industrias como la farmacéutica, autopartes, petroquímicos como plásticos y ciertos productos del sector agroalimentario. Además del comercio directo, las oportunidades de inversión podrían considerar las pequeñas y medianas empresas orientadas a la exportación. Las transacciones financieras son obviamente esenciales; Para ello, existen proyectos como el Help Desk Due Diligence puesto en marcha y financiado por la Comisión Europea para asesorar a las empresas que deseen hacer negocios con Irán.
España como partícipe de la relación de Europa con Irán
Las relaciones entre Irán y España están en función de las relaciones entre Irán y la UE y, por tanto, a pesar de altibajos ha mostrado continuidad a lo largo de los años. No hay duda de que el levantamiento de las sanciones por parte de la administración estadounidense apalancará los lazos económicos con Irán, pero tampoco hay que olvidar de que, mientras tanto, la UE está tratando de maniobrar sus propias estrategias a largo plazo.
Los sectores público y diplomático de los países de la UE, en este caso España, pueden jugar un papel fundamental en las inserciones de las empresas españolas en las nuevas oportunidades de los sectores no petroleros de Irán. El papel de España puede tener los mejores resultados si el país se coordina con las instituciones europeas para la normalización comercial con Irán. Esto también requiere una hoja de ruta actualizada de la diplomacia económica bilateral y multilateral.
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