<h6><strong>Eduardo González/Luis Ayllón</strong></h6> <h4><strong>Los Gobiernos español y británico llegaron ayer a un acuerdo de última hora para que Gibraltar forme parte de la Zona Schengen, con España como “garante último”, lo que evitará que la colonia se convierta en una “frontera dura” de la Unión Europea y permitirá la eliminación de la Verja que separa al Peñón de La Línea de la Concepción. El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, celebró este acuerdo que permitirá “resetear” la relación con España “de una forma más positiva”.</strong></h4> “Hoy es el inicio de una nueva relación”, declaró <strong>la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya</strong>, durante una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa para anunciar el acuerdo. “Iniciamos una nueva etapa. Alcanzamos un principio de acuerdo con Reino Unido sobre Gibraltar que nos permitirá eliminar barreras y avanzar hacia una zona de prosperidad compartida”, declaró por su parte <strong>el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez</strong>, a través de Twitter. El compromiso entre Madrid y Londres se produjo a pocas horas de que expirase el plazo dado por España para alcanzar un acuerdo que impidiera convertir a Gibraltar en el único territorio con un <em>Brexi</em>t duro. Gibraltar quedó expresamente excluido del acuerdo alcanzado el pasado 24 de diciembre por Reino Unido y la UE sobre la relación entre las dos partes tras la salida británica de la Unión, que se materializó definitivamente esta pasada medianoche. Las principales consecuencias del acuerdo de ayer, según González Laya, son que permitirá <strong>“que se derriba la Verja”</strong> y que <strong>España quede como “responsable” y “garante último” de la aplicación de Schengen en Gibraltar</strong>, una labor en la que contará con la “asistencia” de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (<strong>Frontex)</strong>. No obstante, la jefa de la diplomacia no quiso ofrecer más detalles “técnicos” sobre este punto antes de comparecer ante el Congreso de los Diputados para explicar el acuerdo. Uno de los principales escollos de las negociaciones entre Madrid y Londres era <strong>la oposición radical de Reino Unido a la participación de las fuerzas de seguridad españolas en las labores de control fronterizo en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar</strong>. La entrada de Gibraltar en Schengen –propuesta por Fabián Picardo y respaldada por España- implicaría la supresión de la Verja en La Línea y el desplazamiento de la frontera hasta el puerto y el aeropuerto gibraltareños, que se convertirían en las nuevas vías de entrada desde el exterior de la UE. No obstante, también obligaría a introducir <strong>un control fronterizo conjunto por parte de las fuerzas policiales españolas y británicas. </strong>Reino Unido se oponía a esta posibilidad, que interpretaba como una maniobra de España para hacer valer sus reivindicaciones de soberanía en Gibraltar, y proponía que fuese Frontex la que asumiera esa labor. España rechazaba esta opción con el doble argumento de que el control de las fronteras exteriores de la UE corresponde a los Estados miembros (en este caso a España, miembro de Schengen) y de que esta agencia no tiene competencias para controlar por sí misma las fronteras y sólo ejerce esta labor como fuerza de apoyo a los Estados. <h5><strong>Fórmula "imaginativa"</strong></h5> Finalmente, según informaron fuentes solventes a <em>The Diplomat</em>, el <strong>acuerdo entre Madrid y Londres permitirá la presencia de agentes españoles, pero “no sólo españoles”, en el puerto y el aeropuerto, con la asistencia de Frontex, en una fórmula que calificaron de "imaginativa",</strong> y que será la que dé a conocer la ministra a los grupos parlamentarios, a cuyos portavoces llamó ayer por la tarde para comunicarles el principio de acuerdo. <strong>La fórmula, según las mismas fuentes, consistiría en que, en la terminal, el control de los pasajeros lo harían los policías gibraltareños, así como los agentes de Frontex, quienes, a su vez, comunicarían su decisión a un agente español. Este sería quien determinara finalmente si el pasajero puede acceder a Gibraltar o no, en función de que cumpla los requisitos necesarios para entrar en Schengen. El agente español no se encontraría físicamente en el control de pasaportes de la termina, sino en otras dependencias anexas, con lo que se solventarían las reticencias del Reino Unido, por el temor a que España aprovechara la presencia de agentes españoles en sus reivindicaciones sobre el istmo, cuya soberanía nuestro país no cedió en el Tratado de Utrecht.</strong> <h5><strong>Unanimidad necesaria en el Consejo Europeo</strong></h5> Por otra parte, González Laya precisó ayer que el principio de acuerdo al que llegaron ayer las dos partes representa <strong>“el cimiento de un futuro tratado entre la UE y el Reino Unido en lo relativo a Gibraltar”</strong>. De hecho, el acuerdo del 24 de diciembre entre Bruselas y Londres también estableció que cualquier decisión sobre el Peñón debería contar “con el consentimiento de España”. Por lo tanto, y en función de este principio, <strong>el acuerdo entre Madrid y Londres representa el consentimiento del Gobierno español para la entrada de Gibraltar en Schengen</strong>, que aún deberá ser ratificada, por unanimidad, por el Consejo Europeo. Esto podría plantear algún problema, porque hay varios países miembros a los que hasta ahora se ha impedido la integración en Schengen, como es el caso de Rumanía, Croacia y Bulgaria, que podrían no estar conformes con dar el visto bueno a que Gibraltar esté en esa zona de libre circulación, mientras a ellos no se les permite. Según la ministra, <strong>el acuerdo ya ha sido remitido a las instituciones europeas para que puedan elaborar unas directrices de cara a la negociación del acuerdo sobre Gibraltar, que confía en que pueda quedar cerrado en un plazo de seis meses.</strong> <strong>Mientras, se culmina esa negociación, la Verja se mantendrá tal como está</strong>, si bien el paso por la misma se espera que sea fluido. De hecho, los 10.000 trabajadores españoles que pasan a trabajar diariamente a la colonia británica, tenían ya garantizado ese, aunque no se hubiera alcanzado un acuerdo, tras haberse inscrito en un registro, que les permitía entrar y salir del Peñón con solo mostrar un documento de identidad <strong> </strong> <h5><strong>Fabián Picardo</strong></h5> Durante una rueda de prensa, el jefe del Ejecutivo gibraltareño, <strong>Fabián Picardo</strong>, celebró ayer que las dos partes hayan alcanzado un acuerdo que permitirá evitar “los peores efectos de un <em>Brexit</em> duro”, que “no transgrede la posición de Gibraltar en materia de soberanía” y que permitirá <strong>“resetear nuestra relación con España y proyectarla de forma más positiva hacia adelante”.</strong> “Estamos en el comienzo de la creación de un área de prosperidad compartida”, declaró Picardo. “Eso es lo que queremos ver, un gran crecimiento económico, una mayor cooperación y una mayor prosperidad para todo Gibraltar y toda la región que nos rodea”, añadió. <strong>“España, como Estado miembro vecino de Schengen, será responsable en lo que respecta a la Unión Europea de la aplicación de Schengen”, lo cual “se gestionará mediante la introducción de una operación de Frontex para el control de los puntos de entrada y salida del espacio Schengen en los puntos de entrada de Gibraltar”</strong>, declaró Picardo. “Quiero agradecer expresamente al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, por el enfoque que él y su Gobierno han adoptado en esta negociación” y “agradecer expresamente a la ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya, por su trabajo, su sensibilidad y sus propios esfuerzos, muy personales, para conseguir un marco mutuamente aceptable, así como los esfuerzos del secretario de Estado español para la UE, Juan González Barba”, agregó. Por su parte, <strong>el ministro británico de Asuntos Exteriores, Dominic Raab</strong>, declaró en un comunicado que el acuerdo, al que se había llegado “trabajando codo a codo con el ministro principal de Gibraltar y tras intensas discusiones con el Gobierno español”, establecerá “la base de un tratado separado entre el Reino Unido y la UE con respecto a Gibraltar” y permitirá “mitigar los efectos del final del período de transición en Gibraltar y, en particular, garantizar la fluidez de la frontera, que claramente redunda en el mejor interés de las personas que viven en ambos lados”. “Seguimos firmes en nuestro apoyo a Gibraltar y su soberanía. Agradezco a la ministra de Asuntos Exteriores, González Laya, y a su equipo por su enfoque positivo y constructivo. Tenemos una relación cálida y sólida con España, y esperamos seguir construyendo sobre ella en 2021”, añadió. El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, así como el presidente de la Mancomunidad del Campo de Gibraltar, Juan Lozano, y varios alcaldes de la zona, cuyos municipios dependen de una relación fluida con el Peñón, expresaron su satisfacción por el acuerdo.