<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno español ha propuesto la realización de “tests de estrés” de los sistemas sanitarios de los Estados de la UE para mejorar la respuesta común ante pandemias como la del coronavirus.</strong></h4> Según informaron fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Gobierno ya ha trasladado esta propuesta a otros socios europeos, como Alemania, e incluso a la Comisión Europea, y la acogida ha sido buena. El <strong>secretario de Estado para la UE, Juan González-Barba</strong>, planteó el viernes esta idea a sus <strong>homólogas de Francia, Amélie de Montchalin, y Portugal, Ana Paula Zacarías</strong>, y el<strong> presidente del Gobierno, Pedro Sánchez</strong>, podría presentarla durante la próxima reunión del <strong>Consejo Europeo</strong>, prevista para el 23 de abril. España, según las citada fuentes, considera que Bruselas podría liderar la realización de <strong>unas pruebas conjuntas similares a las que se llevaron a cabo hace una década en el ámbito energético o las que se efectuaron en 2009 en el sistema bancario como consecuencia de la crisis financiera internacional.</strong> A juicio del Gobierno español, <strong>la crisis del coronavirus no sólo ha desbordado los sistemas nacionales de salud, hasta llegar al colapso en los países más afectados</strong> (como España e Italia), sino que, como consecuencia de las medidas restrictivas para contener la pandemia, se ha producido una paralización de la economía que ha afectado a toda la Unión en su conjunto. Ante este panorama, los “tests de estrés” propuestos por España deberían ayudar a conocer <strong>las necesidades de los sistemas sanitarios europeos para enfrentar este tipo de crisis, fundamentalmente en los ámbitos farmacéutico, de las infraestructuras hospitalarias, del personal sanitario y de las instituciones sociales, como las residencias de ancianos. </strong> Según las mismas fuentes, las evaluaciones conjuntas deberían llevarse a cabo cuando se haya superado la actual crisis, por lo que se presenta como <strong>una propuesta a medio plazo</strong>. Lo importante, añadieron, es que los Estados de la UE estén mejor preparados para afrontar futuras crisis de este tipo. <h5><strong>El marco europeo</strong></h5> Pese a que el ámbito sanitario no está “comunitarizado” y la competencia en la protección de la salud corresponde a los Estados, el <strong>Tratado de Funcionamiento de la UE</strong> establece, en su artículo 168, que “la acción de la Unión, que complementará las políticas nacionales, se encaminará a mejorar la salud pública, prevenir las enfermedades humanas y evitar las fuentes de peligro para la salud física y psíquica”. Para ello, “la Unión fomentará la cooperación entre los Estados miembros” y la Comisión, “en estrecho contacto con los Estados miembros”, podrá adoptar “cualquier iniciativa útil” para “establecer orientaciones e indicadores, organizar el intercambio de mejores prácticas y preparar los elementos necesarios para el control y la evaluación periódicos”. Aparte, prosigue el Tratado, “el Parlamento Europeo y el Consejo, con arreglo al procedimiento legislativo ordinario y previa consulta al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones, podrán adoptar también medidas de fomento destinadas a proteger y mejorar la salud humana y, en particular, a luchar contra las pandemias transfronterizas”. En todo caso, añade el texto, “la acción de la Unión en el ámbito de la salud pública respetará las responsabilidades de los Estados miembros por lo que respecta a la definición de su política de salud, así como a la organización y prestación de servicios sanitarios y atención médica”.