<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Las autoridades turcas han requisado en su país cientos de respiradores para enfermos de coronavirus que habían sido comprados directamente en China por varias comunidades autónomas españolas, según confirmó ayer la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.</strong></h4> <strong>“Turquía ha estado poniendo restricciones a las exportaciones de productos sanitarios de amplio espectro, principalmente motivado por su preocupación de poder abastecer su propio sistema sanitario”</strong>, declaró la ministra durante una rueda de prensa conjunta con el titular de Sanidad, Salvador Illa, en el Palacio de La Moncloa. Los respiradores requisados, que fueron retenido por las autoridades turcas el pasado sábado, habían sido adquiridos en China por las comunidades autónoma de Castilla-La Mancha y Navarra y habían llegado a Turquía durante una escala en su viaje hacia España. Según la jefa de la diplomacia, tanto ella como Illa han contactado esta semana con sus respectivos homólogos turcos (González Laya conversó hasta en tres ocasiones con <strong>Mevlut Cavusoglu</strong>), pero la respuesta de Ankara es que los respiradores, “por ahora, no van a salir de Turquía”. “Hasta aquí hemos podido llegar”, añadió. No obstante, aseguró, el Gobierno turco ha “garantizado” que, <strong>“en un plazo prudencial, en unas semanas”, el cargamento de respiradores se volverá a poner a disposición de España</strong>, pero no hay fecha concreta para ello. El pasado 1 de abril, un avión del Gobierno de Turquía aterrizó en España con material sanitario para combatir al COVID-19, en cumplimiento de una solicitud presentada la semana pasada por el Gobierno español a la OTAN. Las 25 toneladas de material sanitario correspondían, sobre todo, a equipos de protección. González Laya se entrevistó con Cavusoglu, para agradecerle personalmente esta ayuda y el ministro turco respondió a través de Twitter que “para estamos los amigos”. Por otra parte, González Laya aseguró que el Gobierno de <strong>China</strong> ha incrementado sus medidas de control de los productos que exporta, lo cual supone “una buena noticia porque va a dar un plus suplementario a la calidad” del material sanitario. Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores han asegurado que Pekín ha endurecido su política para aumentar el control de calidad de las exportaciones. España adquirió recientemente a una empresa china una partida de 9.000 test rápidos para el COVID-19 que resultaron defectuosos. La Embajada de China aseguró que la empresa no cuenta con licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de China y lamentó que el Gobierno no hiciera caso de las recomendaciones de Pekín. Posteriormente, el Ejecutivo español aseguró que no había adquirido los test a China, sino a un proveedor español, y el director del Centro Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, matizó que sólo resultaron defectuosos 9.000 del total de 640.000 test que se han comprado a China.