El Parador de El Saler exhibe un recorrido de dos kilómetros adaptado a personas con movilidad reducida donde se explica la biodiversidad de fauna y flora que habita alrededor de su campo de golf. La Natursenda, está completamente adaptada a personas con movilidad reducida, con paneles informativos que incluyen pictogramas para ayudar a su comprensión de forma sencilla.
Sostenibilidad. Un término que todos escuchan miles de veces, pero que genera cierta incomprensión a la hora de ponerlo en práctica, fuera de un entorno teórico.
El desarrollo sostenible se basa, según Naciones Unidas, en tratar de “satisfacer las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Como concepto global y transversal, abarca cualquier ámbito de la vida y engloba conceptos clásicos como el respeto al medio ambiente o la preservación de recursos naturales, incluyendo también una apuesta por las personas.
Es ahí donde aparece el término clave, personas. Las Personas, con mayúsculas. Y, ¿qué mejor propuesta para satisfacer las necesidades de las personas que un itinerario adaptado para aquellas que tienen una movilidad reducida puedan disfrutar del entorno del Parque Natural de la Albufera? La respuesta es sencilla: Natursenda. En el marco del desarrollo sostenible y con el objetivo de divulgar y dar a conocer la biodiversidad de fauna y flora que habitan alrededor del recinto, el Parador de El Saler inauguró recientemente la Natursenda para mostrar la riqueza del ecosistema que habita alrededor de su campo de golf.
Se trata de un recorrido de dos kilómetros completamente adaptado a personas con movilidad reducida, con paneles informativos que incluyen pictogramas para ayudar a su comprensión de forma sencilla. La iniciativa ha contado con la colaboración del equipo de profesionales de la Fundación Acavall, Xaloc y la Fundación Global Nature.
Compromiso con el entorno
El respeto a su entorno es, sin duda, uno de los cimientos del Parador de El Saler. Ubicado en el corazón del Parque Natural de la Albufera, a orillas del Mediterráneo, el establecimiento alberga uno de los mejores campos de golf del mundo, deleite de profesionales y amateurs. Pero ¿es posible que un campo de golf sea sostenible? Visitando el de El Saler uno se da cuenta inmediatamente que sí. Integrado en su entorno, pasa a ser parte del territorio, del paisaje. Una pieza más del disfrute de los huéspedes del parador. Su diseño tuvo en cuenta la integración en el paisaje protegido. Considerado por jugadores profesionales, aficionados, instituciones y prensa especializada como uno de los mejores recorridos de golf del mundo, jugar en él es un auténtico privilegio.
Pero el compromiso sostenible no sólo se traslada a su campo de golf. El vínculo abarca diferentes iniciativas, como el empeño de apostar por energías limpias y renovables en sus instalaciones. Además, colabora con organizaciones locales, como la ONG Xaloc para la protección de la tortuga boba y se ha implicado directamente en la recuperación de los ecosistemas del Parque Natural de l’Albufera, a través de un proyecto en colaboración con la Consellería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana.
Parador Verde
El compromiso del Parador de El Saler con la sostenibilidad se enmarca en los objetivos del Plan Director de Responsabilidad Social Corporativa que la red de Paradores está poniendo en marcha como parte fundamental de su estrategia empresarial. De hecho, el objetivo de Paradores es el de convertirse en una red de hostelería que ofrezca un servicio de calidad integral, comprometido con el entorno natural, económico e histórico, con el que se pretende potenciar la imagen del turismo español unida a un desarrollo sostenible.
En este sentido, y tal y como se indica en la ‘Memoria de Sostenibilidad Paradores’ la red de hoteles es gestionada bajo el concepto ‘Parador Verde’ es decir, que utiliza recursos renovables y se compromete con el ahorro energético.