<h6><b>The Diplomat</b></h6> <h4></h4> <h4><strong>El Gobierno egipcio retiró de la Embajada en España al diplomático Tarek Sirag, que el pasado día 13 fue denunciado por agredir presuntamente, tras una discusión, a su mujer y a la hija de ambos en la localidad madrileña de Arroyomolinos, según indicaron a <em>The Diploma</em>t fuentes diplomáticas españolas.</strong></h4> La retirada de Sirag, se produjo después de que las autoridades españolas trasladaran al embajador egipcio, Omar Selim, la inconveniencia de que Sirag siguiera formando parte de la Embajada, tras protagonizar unos hechos que motivaron la intervención de la Guardia Civil. Según <em>eldiario.es</em>, Tarek Sirag, que ocupaba la segunda jefatura en la Embajada egipcia en Madrid, dio a conocer a los agentes de la Benemérita su identidad y se acogió a la inmunidad diplomática. Los miembros de la Guardia Civil comprobaron que su identidad era cierta y avisaron a la Embajada de Egipto. Dado que la Convención de Viena sobre Relaciones Internacionales concede a los diplomáticos acreditados ante un país inmunidad de la jurisdicción penal del Estado receptor, en este caso España, la Guardia Civil dejó en libertad a Tarek Sirag. Pese a todo, los agentes siguieron el protocolo previsto en estos casos y trasladaron el atestado al juzgado de Instrucción número 5 de Navalcarnero. Aunque inicialmente su esposa expresó su intención de interponer una denuncia, finalmente desistió de hacerlo. Según las fuentes consultadas por <em>The Diplomat</em>, el Ministerio de Asuntos Exteriores se puso de inmediato en contacto con el embajador egipcio para expresarle la conveniencia de que el “número dos” de la Embajada fuera retirado de su puesto, ya que el Gobierno español tiene una política de “tolerancia cero” en materia de violencia de género. La respuesta de las autoridades egipcias fue muy positiva y colaborativa desde el principio, lo que, según las citadas fuentes, refleja su acuerdo con la posición española en esa materia. De esta forma, además, Egipto evitó que España hubiera tenido que declarar “persona non grata” a Tarek Sirag y expulsarlo del país. El diplomático estaba ya a punto de dejar su puesto en Madrid, donde llevaba casi cuatro años con la categoría de consejero y, desde hace algún tiempo, ocupaba la segunda jefatura de la Embajada. Tras su destitución, no podrá ser acreditado de nuevo como diplomático en España.