Pedro Morenés, en una foto de archivo.
The Diplomat. 03/05/2017
España ha logrado reequilibrar en los últimos años las inversiones con Estados Unidos, convirtiendo a la primera potencia mundial en el primer destino inversor de las compañías españolas fuera de la Unión Europea con 67.934 millones de euros de stock, según cifras aportadas en sede parlamentaria por el nuevo embajador en Washington, Pedro Morenés.
“Durante décadas las inversiones fueron prácticamente unidireccionales: de Estados Unidos hacia España. En los últimos años hemos logrado reequilibrar ese importantísimo aspecto de nuestras relaciones”, subrayó el exministro de Defensa en su última comparecencia en el Congreso de los Diputados.
España ha hecho un despliegue “sin precedentes” en EEUU para atraer a más inversores y turismo estadounidenses a España y, fruto de ello, se ha aumentado el stock de inversión total estadounidense en nuestro país hasta los 66.947 millones de euros.
Estados Unidos es ya el primer inversor no comunitario en España, con más de 1.200 empresas estadounidenses establecidas en nuestro país, y es el primer destino inversor fuera de la UE con los citados 67.934 millones. Buena parte de la culpa de ello se debe a las más de 700 empresas españolas instaladas en el país, principalmente en los Estados de Florida, California, Texas y Nueva York.
El comercio bilateral es equilibrado, con cierto superávit para EEUU, que se ha convertido en el primer socio comercial para España fuera de la UE y en el quinto proveedor, el segundo fuera de la UE después de China. Los flujos de comercio aumentaron un 15,7% en 2015 hasta alcanzar los 24.256 millones de euros gracias al incremento de las exportaciones españolas, y un 7,2% por parte española, hasta los 11.411 millones, gracias a un aumento de las importaciones desde territorio norteamericano en un 24,5%.
Estados Unidos ofrece además un “gran potencial” para España, en palabras de Morenés, ya que los grandes programas anunciados por la nueva Administración Trump en infraestructuras, comunicaciones, energía y obras públicas representan una “oportunidad histórica” para las empresas españolas, que están haciendo una “apuesta estratégica” por implantarse en la primera potencia desde hace años.