Foto: A.R.
Abdellatif Ghedira / Director Ejecutivo del Consejo Oleícola Internacional
A. Rubio. 02/02/2017
Ha desarrollado su trayectoria profesional en torno a la agricultura y, particularmente, al olivo. Ex jefe de gabinete del ministro de Agricultura de Túnez, Abdellatif Ghedira es actualmente el director ejecutivo del Consejo Oleícola Internacional (COI).
¿Qué importancia tiene el olivo para que exista el COI?
El COI existe desde 1958, cuando los principales productores de aceite de oliva, fundamentalmente de la cuenca del Mediterráneo, decidieron unirse para defender sus productos. Luego llegaron otros: Argentina, Chile, Australia… hasta Japón, que aunque no son miembros del COI sí que son productores.
Cuando un sector es importante para varios países, debe haber una política común que reglamente su mercado, promocione el producto y facilite el intercambio de información. No me imagino este sector sin el COI.
Ahora se van a integrar los países importadores, ¿no?
Administramos un convenio internacional, bajo los auspicios de Naciones Unidas, que define cada diez años nuestros objetivos. El Quinto Convenio, que entró en vigor el pasado 1 de enero, es el primero que permite ingresar en el Consejo a los países consumidores, que también quieren opinar e interactuar. Y eso interesa a los productores porque los consumidores son su objetivo.
¿Que la sede del COI esté en Madrid evidencia la importancia de España en el sector?
España produce más de la mitad del aceite y las aceitunas del mundo. Es el primer productor absoluto y está a la vanguardia del desarrollo del sector. Por eso ofreció que la sede estuviera aquí y todos los miembros aceptaron.
¿Mejor vender a granel o embotellado?
Obviamente, vender aceite embotellado tiene un valor añadido. Pero también comporta más riesgos que vender a granel. En botella hay que almacenar el aceite, asumir riesgos financieros y enfrentarse a una dura competencia.
La marca es fundamental para vender, supongo.
Por supuesto, hace falta un gran trabajo de marketing para vender embotellado. Lo importante es entender el sector del olivo como una industria global. Verá, EEUU es el mayor mercado importador, consume más del 10% de la producción mundial y esa cifra aumenta anualmente. Antes importaban botellas y ahora empiezan a embotellar. Pero que la botella esté fabricada en cualquier sitio, da igual. Lo que queremos, como organismo, son buenas condiciones para los agricultores y un aceite de calidad para los consumidores.
¿Tenemos actualmente el aceite de oliva de mejor calidad?
Gracias a las nuevas tecnologías se produce ahora un aceite de altísima calidad. Pero también hay riesgos. El olivo empieza a estar afectado por el cambio climático.
Creía que era un árbol resistente.
Lo es, pero tiene sus propios ritmos y le afectan los cambios. Antes, si un país producía menos, había una cosecha mayor en otro. Había un equilibrio. Ahora no. Es un claro efecto del cambio climático, que es una agresión del hombre, lo mismo que la Xylella Fastidiosa, que viene de países no productores.
¿Eso afecta a la producción?
En los últimos cinco años la producción varía más del 20% de campaña a campaña. Y el mercado no sabe qué cantidad habrá ni a qué precio. Es una de nuestras mayores preocupaciones. Tenemos que reducir los efectos del cambio climático sobre el olivo.
Además, porque el olivo preserva el medio ambiente.
Nuestros estudios demuestran que, además de para la salud, el olivo es beneficioso para el medio ambiente. Un olivo puede absorber el CO2 que producen diez litros de gasolina de un coche. Es muy importante para el futuro de la humanidad, como destacó la COP22 en Marrakech.
¿Qué proyectos tiene para el futuro?
Aprovechar la tecnología para incrementar la producción en cantidad y, sobre todo, en calidad. El aceite de oliva supone sólo el 4% de las materias grasas en el mundo. Pero la demanda mundial aumenta y nos preocupa que suban los precios y caiga el consumo en los países tradicionales.
Estamos elaborando un estudio sobre gustos y hábitos de los consumidores en todo el mundo. Y vamos a crear el Observatorio Mundial del Aceite de Oliva para ser un centro de documentación y estadística que cubra todas sus facetas: jurídicas, económicas, comerciales, culturales e históricas.
SUS FAVORITOS
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«Mahdia. La ciudad natal de mi esposa y un paraíso en la costa de Túnez».
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«“La voluntad de vivir”, de Abou El Kacem Chebbi, el autor del himno tunecino».
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«Un buen cuscús de pescado con aceite de oliva, por supuesto. No hay nada igual».
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