Susanne Gratius
Profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Madrid
Canadá, España y la Unión Europea (UE) son los socios más duraderos y fiables de Cuba. A diferencia de Venezuela y Estados Unidos -la vieja y la nueva apuesta estratégica del Gobierno castrista- Canadá, España y Europa han mantenido relaciones diplomáticas, económicas y de cooperación constantes con la isla. La conocen mejor que EE UU que acaba de restablecer contactos diplomáticos bilaterales tras más de cincuenta años de hostilidades y un embargo que, con más de medio siglo, es la sanción más larga impuesta jamás contra un país de Occidente.
Además, también ofrecen más seguridad económica y política que Venezuela que desde el año 2000 ha sido el principal socio del régimen castrista. La profunda crisis económica y política venezolana con un desenlace incierto pone en tela de juicio la alianza bilateral con Cuba y obliga al régimen a reorientar su política exterior. La UE con la que firmó, el 12 de diciembre, un Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación, es una buena opción. Otras serían China, su segundo socio comercial y Rusia que acaba de anunciar la posible reapertura de una base militar en Cuba.
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«Canadá, España y la UE son los socios más duraderos y fiables de Cuba»
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En 2018, cuando Raúl Castro entregará el poder a una nueva generación posrevolucionaria, Cuba y la UE (con España a la cabeza) celebrarán treinta años de relaciones diplomáticas, múltiples acuerdos de cooperación y una larga relación entre empresas y sociedades civiles. Tras la firma del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación, la Unión eliminó sin debate previo la única traba impuesta en aquel momento por el Gobierno de España, la Posición Común, que impidió durante veinte años un marco legal entre Bruselas y La Habana. Si bien es cierto que el Parlamento Europeo (PE) aún no ha dado su visto bueno, la aprobación del acuerdo por parte de España y de otros gobiernos conservadores hace que una revocación de esta decisión parezca poco probable.
Dentro de la UE, España mantiene las relaciones más estrechas con Cuba: es el tercer suministrador de productos de la isla, el sexto destino de sus exportaciones, 245 empresas españolas están radicadas allí y son el principal inversor en el sector del turismo.
En los últimos años, Madrid se ha destacado por una política de bajo perfil, lo cual refleja la europeización de la política latinoamericana española, positiva por no imponer trabas (como antes la Posición Común) a una fluida relación, y negativa por reducir el papel político del país a actor secundario. Es poco probable que esta posición cambie con el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso María Dastis, que destaca por su cautela y será consciente de que, ante el cambio de presidencia en EE UU, La Habana sigue siendo un asunto sensible en el triángulo Atlántico.
22/12/2016 / Puede leer este artículo completo en esglobal