Brian Baird, Charles Powell, director del Real Instituto Elcano, y Dan Miller./ Foto: TD
Eduardo González. 26/10/2016
Las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre en Estados Unidos han conseguido lo que parecía imposible: un porcentaje importante de miembros de los partidos republicanos y demócratas coinciden en que sus respectivos candidatos, Donald Trump y Hillary Clinton, son altamente impopulares y que los norteamericanos van a votar más “en contra” que “a favor” de alguien.
“Nadie sabe exactamente dónde se alinea políticamente Donald Trump”, declaró el veterano ex congresista republicano Dan Miller en el curso del debate EEUU 2016: claves de un insólito proceso electoral, organizado el pasado lunes por el Real Instituto Elcano y la Fundación Botín.
“Los republicanos tenían una buena oportunidad para ganar, ya que históricamente Estados Unidos siempre cambia de partido gobernante cada ocho años”, prosiguió. “Había unos candidatos republicanos muy buenos, pero al final fue el más bocazas y el más retórico quien ganó las primarias”, lamentó el ex representante republicano, quien se mostró convencido de que Trump no tiene ninguna posibilidad de ganar los comicios.
Entre los republicanos que no apoyan a Trump, aseguró Miller, “hay senadores, congresistas, ex senadores, gobernadores y gran parte del establishment de la política exterior”. “Puede que no apoyen a Hillary Clinton, pero desde luego no van a apoyar a Trump”, añadió. En todo caso, advirtió, éstas van a ser “unas elecciones muy raras, ya que un alto porcentaje de los electores va a votar más en contra que a favor de alguien”.
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Un ex representante republicano afirma que su partido tenía «muy buenos candidatos», pero ganó «el bocazas»
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Este mismo diagnóstico es compartido por otro de los intervinientes, el ex congresista demócrata Brian Baird, quien destacó que Trump ha recabado el apoyo no sólo de los afectados por la globalización, sino también de los partidarios de las armas de fuego y de las iglesias evangélicas contrarias a la igualdad sexual. “Trump no habla de soluciones o hechos, sólo se basa en la indignación. Eso reconforta a la gente y a él le funciona, pero no habla de política”.
En todo caso, Hillary Clinton va a ganar las elecciones pese a «los reparos» que genera su figura incluso entre muchos demócratas, y “va a heredar un mundo muy diferente y mejor del que heredó Barack Obama”, declaró Baird.
Una vez en la Casa Blanca, advirtió, la que fuera secretaria de Estado con Obama debería reforzar de forma «agresiva e inmediata» las alianzas de Estados Unidos en el mundo frente las crecientes amenazas internacionales,y, en contraste con el proteccionismo auspiciado por su rival, «va a potenciar los acuerdos comerciales internacionales, como el TTIP» entre EEUU y UE, con el apoyo “de los demócratas centristas y los republicanos partidarios del libre cambio”.