Texto y foto: Eduardo González
Cuando la dejan sola, la capacidad artística de la Naturaleza no tiene límites, y este bellísimo rincón da buena fe de ello. La playa de Bimbieiro (en la fotografía) se encuentra en uno de los confines más noroccidentales de Galicia, en Mazorgán, un paradisíaco lugar de la parroquia de Céltigos perteneciente al municipio coruñés de Ortigueira, en la comarca del Ortegal.
La reina de esta pequeña y desconocida joya es la Pena do Castelo, así llamada no por su forma (que bien podría bastar), sino por encontrarse junto a los restos del castro (castellum) de Bimbieiro, de época romana.
En un segundo plano surge, con su perfil de ballena, la Punta da Chousa, un promontorio de la sorprendentemente animada y vanguardista parroquia de Espasante en cuya cima se encuentra una modesta torre de vigía del siglo XVIII y una capilla en recuerdo de los marineros muertos en la mar.
Para solemnizar aún más la escena, el fondo está dominado por el majestuoso Cabo Ortegal, en el municipio de Cariño, cuyos acantilados (que, con sus 600 metros, son los más elevados de Europa Occidental) albergan las rocas más antiguas halladas hasta la fecha en España, unas anfibolitas (o granitos negros) de más de 1.150 millones de años.
El Cabo Ortegal es la segunda punta más septentrional de la península. La primera, la Estaca de Bares, se encuentra justo en frente, y entre ambas cierran (o abren) la entrada a la ría de Ortigueira. Conocido, entre otros motivos, por el celebérrimo santuario de San Andrés de Teixido, al pie de la espectacular Sierra da Capelada, Ortegal marca el linde occidental del Golfo de Vizcaya y el arranque de las costas occidentales de Galicia, las más escarpadas de todo el litoral español.