“Despedirse siempre es triste”, dijo la embajadora de Suecia, Cecilia Julin, durante la recepción que ofreció en su residencia para despedirse de España, a donde llegó en enero de 2012. “Por eso”, bromeó, “vamos a tratar de hacerlo de la manera más alegre posible, con música sueca”.
Julin resumió su etapa en España como “cinco años fantásticos”, en los que “hemos asistido a momentos muy interesantes, algunos duros como la crisis, pero también el cambio de Jefe de Estado, el asunto catalán y ahora la segunda elección en seis meses”. “No nos hemos aburrido”, concluyó.
La embajadora sueca, que seguirá representando a su país a partir de ahora en Sudáfrica”, aseguró que “mi marido Anders y yo vamos a echar mucho de menos a España, un país fantástico, y en particular a Madrid, una joya desconocida, a la que siempre animo a los suecos a venir”. Algo que ha conseguido en gran medida, ya que el turismo sueco en Madrid aumento un 29% en 2015.
Al mismo tiempo que la embajadora también dejarán sus puestos el ministro consejero, Jan Anders W. Karlsson, y la consejera Eva Monika Jagerman (en la foto superior).
A la recepción acudieron numerosos embajadores, empresarios y representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores, entre ellos el Introductor de Embajadores, Juan Sunyé.
Texto y fotos: Alberto Rubio. 17/06/2016
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