Yoani Sánchez durante el debate./Foto: TD
Eduardo González. 18/05/2016
“A mí me gustaría vivir en la nueva Cuba que describen muchos medios extranjeros, pero ésa no es la Cuba real”. Así de contundente se mostró ayer la bloguera y activista opositora Yoani Sánchez en el curso de debate El futuro de Cuba ante las reformas, organizado en Madrid por el Real Instituto Elcano y la Fundación Botín.
“Es cierto que ha habido cambios” desde el 17 de diciembre de 2014, cuando comenzó la reanudación de las relaciones con Estados Unidos, “pero han estado muy por debajo de las expectativas creadas” y ahora “estamos viviendo en la post-utopía”, en la que “ha quedado en evidencia de que de lo que se trata es de conservar la esencia obscena del poder”, afirmó Sánchez durante el debate, en el que compartió mesa con Carlos Alonso Zaldivar, ex embajador de España en Cuba, y Carlos Malamud, investigador principal de América Latina del Real Instituto Elcano.
Según la activista, el reciente Congreso del Partido Comunista ha demostrado “que el verdadero poder sigue en manos de octogenarios” que “van a morir en el poder”. “Nos han tocado los únicos inmortales del planeta”, ironizó. “Raúl Castro lleva diez años en el poder, más todo el tiempo que estuvo con su hermano”, Fidel Castro, y tiene el problema de que “no puede echarle la culpa al gobierno que vino antes», prosiguió.
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«Nos han tocado los únicos inmortales del planeta», ironiza la bloguera cubana en referencia a los hermanos Castro
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Por ello, a la hora de emprender cualquier tipo de reformas, los gobernantes cubanos están marcados por “un egoísmo de clan” consistente en “no hacer nada que perjudique a los suyos”. “Esa indecisión en Cuba no es casual: Raúl Castro necesita nadar y guardar la ropa”, agregó.
«Somos más libres que hace diez años, pero no gracias a Raúl Castro, sino gracias a la sociedad», manifestó la activista. «El Gobierno mantiene la represión, una represión paramilitarizada que ya ni siquiera intenta esconderse”, y que no se limita a golpes y encarcelamientos, sino que se complementa con «la vigilancia constante, por la cual cada palabra que yo diga puede terminar en una oscura oficina engrosando mi expediente”, denunció.
Respecto a cuál debe ser la contribución de España al proceso cubano, Yoani Sánchez lamentó que, durante las visitas institucionales a la isla, las reuniones de los representantes españoles con la oposición se llevan a cabo “en las esquinas, como si fuesen amantes”, para “no molestar” al Gobierno. “Si España quiere hablar con Cuba debe hablar con toda Cuba, incluida la oposición, de forma transparente”, manifestó.