El Consulado español en Rabat ha prestado asistencia a los detenidos.
The Diplomat. 08/04/2016
La decisión de Marruecos de expulsar a cinco abogados españoles que habían viajado a ese país con intención de dar cobertura a varios presos saharáuis que se encuentran en huelga de hambre obligó ayer al Gobierno español a pedir explicaciones a las autoridades marroquíes.
No obstante, España trató de no elevar en exceso el tono para no dañar la estrecha cooperación que Madrid y Rabat mantienen en un campo vital como es la lucha contra el terrorismo yihadista.
Los cinco españoles formaban parte, junto a un francés y un belga, de una delegación enviada por el Colectivo Internacional de apoyo a los presos saharauis, para tratar de dar apoyo al grupo de presos que lleva 37 días en huelga de hambre en la prisión de Gdeim Izik en protesta “contra la tortura y la detención arbitraria». Poco después de entrar en territorio marroquí, fueron arrestados y ordenada su expulsión, acusados, según la Wilaya (gobierno civil) de Rabat ,de «entrar en Marruecos para sembrar la discordia y atentar contra el orden público».
Tras conocer lo sucedido, la Embajada española en Marruecos hizo varias gestiones, pidiendo explicaciones oficiales de lo ocurrido. Además, el cónsul general en Rabat se puso a disposición de los españoles y pudo prestarles asistencia consular.
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Madrid pidió explicaciones a Rabat por la detención de cinco abogados
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Ayer, en Madrid, Exteriores, a través de la Dirección General de Asuntos Consulares, convocó a la Embajada de Marruecos para pedir formalmente explicaciones y transmitir la preocupación de las autoridades españolas por las garantías de los afectados en la gestión de la expulsión. El Gobierno expresó así su malestar por lo sucedido, pero optó por dejar el incidente en el ámbito consular y no subirlo al político, como hubiera sucedido si la convocatoria se hubiere hecho al embajador -y no genéricamente a la Embajada- y el encargado de pedir las explicaciones hubiera sido el secretario de Estado de Asuntos Exteriores o el director general para el Magreb, África, Mediterráneo y Oriente Próximo.
España, que ya ha tenido que quejarse en otras ocasiones a Marruecos por expulsiones de españoles por temas relacionados con el Sáhara, trata de evitar que estos incidentes que enturbian la relación con Rabat no afecten a la colaboración bilateral en materia de lucha contra el terrorismo, algo que se considera vital en estos momentos y que ha permitido llevar a cabo numerosa detenciones de elementos yihadistas y evitar atentados en los dos países.