Portada del diario con un titular muy expresivo./ Foto: www.cmjornal.xl.pt
The Diplomat. 19/03/2016
La diferencia de los precios de los combustibles entre España y Portugal obliga a los conductores del país vecino a atravesar la frontera cada día para repostar sus vehículos. El Gobierno de Lisboa ha empezado a desesperarse y a apelar al “civismo” de sus compatriotas.
De acuerdo con el diario Correio da Manhã, los portugueses se dejan cerca de un millón de euros cada día en las gasolineras españolas. Las empresas de Transporte Internacional (TIR) han asegurado que de los nueve mil camiones lusos que circulan por Europa, 8.300 se abastecen regularmente en España.
Cada litro de gasolina es 35 céntimos más barato en España en Portugal, y en el caso del gasóleo, la diferencia es de 31 céntimos. Por ello, cada vez que un camión con capacidad para mil litros llena todo el depósito en España (lo cual ocurre unas dos veces al menos), se consigue un ahorro de 300 euros.
Esta práctica representa una pérdida de 21 millones de euros mensuales para Portugal, según el diario. Por ello, el ministro de Economía, Manuel Caldeira Cabral, ha apelado al “civismo” de las poblaciones próximas a la frontera, a las que ha pedido que no reposten en España porque con ello están pagando impuestos en el país vecino, lo cual es “malo” para las cuentas públicas portuguesas. “Para financiar servicios públicos es preciso pagar impuestos”, ha recordado.
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Portugal pierde 21 millones mensuales a causa de las diferencias de precio a uno y otro lado de la frontera
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La Asociación Nacional de Vendedores de Combustibles ha expresado su descontento con la costumbre de repostar en España. En cambio, las empresas de TIR han buscado las culpas en otro lugar y han pedido la dimisión del ministro de Economía precisamente por sus palabras en contra del abastecimiento al otro lado de la raya.
Por su parte, la Asamblea local de Bragança ha reclamado al Gobierno central que se reduzcan los impuestos a los productos petrolíferos para poner fin al repostado de carburantes en España y para que “los combustibles de uno y otro lado de la frontera se comercialicen al mismo precio”.