Texto y foto: Antonio Colmenar.
Al norte de la ciudad de Soria, en la sierra de los Montes Claros y no lejos de la conocida Numancia de la época romana, uno puede darse un paseo por el mayor acebal de la Península ibérica y Europa meridional.
El bosque de acebos de Garagüeta cuenta con más de 400 hectáreas, de los cuales 180 son masa pura continua de este árbol cuyos frutos florecen en la Navidad y que puede llegar a vivir 500 años. En esta zona de Soria crece de forma laberíntica formando bóvedas en las que se refugian animales autóctonos como los tordos, los corzos o los zorzales.
El origen de este acedal de Castilla-León es natural. Está declarado como reserva natural desde 2008 y se cree que es fruto de la degradación de los bosques de roble y haya, en los que el acebo aparecía como vegetación acompañante.
Este monte de Garagüeta es de utilidad pública, propiedad de los pueblos de Torrearévalo y Arévalo de la Sierra, que lo aprovechan como dehesa.