Federica Mogherini, en una foto de archivo.
The Diplomat. Madrid
La alta representante de la política exterior de la UE, Federica Mogherini, hizo ayer un llamamiento a la acción y la responsabilidad a todos los países de la zona euromediterránea para evitar que el Mediterráneo se convierta este siglo en un «mar de división» y deje de ser la zona más peligrosa del mundo en estos momentos.
La responsable europea abrió la conferencia de la Unión por el Mediterráneo (UpM) ‘Hacia una agenda común de desarrollo para el Mediterráneo’, que ha reunido en Barcelona a ministros y altos representantes de los 43 países de la UpM y en el que se han conmemorado los veinte años del llamado Proceso de Barcelona.
“El Mediterráneo no nos divide; nos une. Pero debemos ser conscientes de que en la opinión de nuestros ciudadanos existe el riesgo concreto de que, por primera vez en muchos siglos, el Mediterráneo acabe siendo una barrera y no un vínculo”, advirtió Mogherini.
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La Fundación Anna Lindh afirma que la región se enfrenta a tres crisis: política, emigración y terrorismo
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Junto a ella estuvo la presidenta del comité de Asuntos Exteriores de la Asamblea Nacional francesa y presidenta de la Fundación Anna Lindh, Elisabeth Guigou, quien sostuvo que la región se enfrenta a tres crisis simultáneas: política, emigración y terrorismo. “O nos enfrentamos conjuntamente o vamos a fracasar”, subrayó.
Guigou estimó que Europa debe tratar de igual a igual a los países del sur del Mediterráneo y pasar “del paternalismo al partenariado” con ellos. “Debemos tener la lucidez de reconocer que no hemos sabido ser la locomotora industrial de los países del sur del Mediterráneo, como sí hizo Japón con los países del sureste asiático y Alemania con el sur de Europa”, opinó.
En representación de España habló el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ignacio Ybáñez, quien destacó la vigencia del Proceso de Barcelona y de UpM, e insistió en que este organismo debe luchar por que la región mediterránea sea espacio de “paz, estabilidad y prosperidad compartida”.
Ybáñez hizo hincapié en que los 43 países que reúne la UpM –incluyendo a los de la UE, la Liga Árabe e Israel– comparten “los mismos desafíos y amenazas”, de ahí que deban tener una agenda común en asuntos clave como las relaciones comerciales, la inmigración y la seguridad.