Refugiados sirios en Irak en 2013./ Foto: Marshall Tuck/Unicef.
The Diplomat. Madrid
El ex ministro de Exteriores Miguel Ángel Moratinos publicó esta semana en su blog una entrada sobre la crisis humanitaria de los refugiados sirios, en la que critica que Europa está perdiendo “su corazón y su alma” en esta cuestión, al tiempo que apoya la inclusión de Irán, aliado del régimen de Bachar al Asad, en una futura ronda de negociaciones en Ginebra sobre el futuro del país árabe.
Miguel Ángel Moratinos advierte de que la alianza militar de los países occidentales “ha fracasado” y que las intervenciones militares selectivas que propugnan ahora países como Reino Unido o Francia “no han dado resultado”. Fruto de ello es que el Estado Islámico avanza en los frentes y “la histórica Siria sufre la destrucción y la división”.
“No hay corazón, no hay sentimiento alguno de horror y de rechazo a una de las crisis más graves que vive Oriente Medio. Son más de 4 años de guerra, más de 200.000 muertos, más de 12 millones de desplazados y miles de desaparecidos”, resume el exministro en un momento en el que los países vecinos “ya no soportan más el peso de los refugiados”: Turquía ha recibido más de 1.590.000, Líbano 1.300.000, Jordania 654.000 y “la ilustrada Europa, la misma que en 2012 recibió el Nobel de la Paz, se debate en el acogimiento de poco más de 120.000”.
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El ex ministro pide a los países del Golfo que controlen a los «mecenas y responsables radicales»
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Lo realmente grave, en su opinión, no es debate actual sobre el reparto de refugiados y el cupo que Europa está dispuesta a admitir, “sino la falta de corazón y de visión política” para hacer frente a esta crisis humanitaria. “Paradójicamente, Europa está viviendo y reaccionando ante ella de la misma manera tardía e ineficaz que lo hizo en relación a la crisis financiera griega. Parece que Europa se enfrentase a una profunda crisis existencial y que los dos pilares que le dieron fortaleza y orgullo en su proceso de constitución, su moneda, es decir, su economía y la libre circulación de personas, se ponen de nuevo en cuestión”, constata.
Más allá de la cifra de 120.000 asilados que baraja la Comisión Europea, Moratinos insiste en que los dirigentes europeos deberían convocar urgentemente una Ginebra III bajo su liderazgo y “forzar” el inicio de un proceso político y diplomático de reconciliación. “¿A qué esperamos para la convocatoria de un Ginebra III donde tendría que estar presente Irán?”, se pregunta el exministro antes de pedir que se otorgue a Naciones Unidas un papel más relevante. Asimismo, cree que habría que “blindar y sellar” todas las transacciones financieras que alimentan las actividades de Daesh y pedir a los países árabes del Golfo “una mayor responsabilidad para controlar a los mecenas y responsables radicales”.