El presidente del Congreso, Jesús Posadas, junto al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en la presentación de los PGE de 2016.
The Diplomat. Madrid
La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) ha expresado su desacuerdo con la decisión de Hacienda de suspender en los presupuestos generales de 2016 el artículo que reconoce el derecho a que se les financie, a los funcionarios en el servicio exterior y a sus familias, un viaje anual de vuelta a España.
Después de conocerse el desglose de la partida destinada a Exteriores de los Presupuestos Generales del Estado de 2016, la ADE ha emitido un comunicado en el que expresa su desacuerdo con la medida, ya que considera inadmisible que «quien te envía obligatoriamente a trabajar por tu país al extranjero te niegue el derecho a volver a él siquiera una vez al año».
La ADE sostiene que en el caso de trabajadores en el extranjero, «todas las empresas privadas aplican esta medida, que es un derecho que en casos extremos adquiere carácter rayando en lo humanitario». La asociación ha explicado que para entender sus críticas debe tenerse en cuenta el coste de los vuelos para una familia media de cuatro miembros en Asia, Oceanía o Latinoamérica, que fácilmente supera los 6.000 euros.
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El coste de los vuelos para una familia de cuatro miembros puede superar los 6.000 euros
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«Es evidente que una familia con un único sueldo (…) que además tiene que soportar altos costes de alquiler y escolarización no puede permitirse emplear el sueldo de un mes en volver a su país», aseguró la ADE en un comunicado. Aunque reconoce que la situación económica del país no es la óptima, esta asociación asegura que sus miembros están dispuestos a asumir sacrificios pero exigen políticas racionales y moduladas.
En ese sentido, la ADE sugiere que se mantenga este derecho a los que más lo necesiten, como familias numerosas o destinadas en países de difícil acceso, ya que «aplicar la misma medida a quien está en Lisboa (…) que a quien está en Indonesia demuestra falta de miras». Asimismo, la ADE insta a realizar modulaciones en las partidas, por ejemplo, permitiendo al Ministerio de Exteriores que satisfaga esta necesidad «a través de una redistribución de fondos sin que suponga un incremento del gasto», una medida que a la asociación le consta que se ha solicitado desde el departamento que dirige García-Margallo.